¿Será así?

Cuando en el día a día vemos y palpamos que la realidad económica no ha cambiado, sino que se agudiza, y de pronto desde diferentes entidades nos hablan de cifras del mundo financiero que nos beneficia como sociedad y con proyección a dos y tres años, nos detenemos y preguntamos ¿será así?
Bueno, será que tenemos que creer a los especialistas, sin embargo, nuestra experiencia indica que los cálculos matemáticos en el mundo económico son más volátiles que películas de ficción, y de la noche a la mañana subimos y bajamos de las estrellas.
Y la verdad que la ciudadanía en general no más mira lo que vive y poco o casi nada se interesa por los anuncios muy optimistas, porque también sabemos que las cifras de crecimiento no se dan porque sólo desde los escritorios de los analistas se crean historias, tan ingenuos ya no somos.
Sin embargo, le seguimos la pista a los anuncios y nos damos cuenta que ello puede variar como si nada, o nos alcanzan datos confusos, en fin. Lo que nos ha llegado como anuncio es que los bancos y las empresas no financieras elevaron en julio sus proyecciones de crecimiento para el 2024. Se entiende que hasta diciembre de este año se debe concretar esta crecida.
Hacen referencia al último resumen informativo del Banco Central de Reserva (BCR), donde se precisa que, en julio, los grupos consultados elevaron su expectativa de crecimiento del PBI peruano para el 2024 a un rango entre 2.8 % y 3 %, según el BCR. El sistema financiero elevó sus proyecciones de crecimiento de la economía peruana de 2.8 % en junio a 3 % en julio último.
Se señala también que las expectativas de inflación de los agentes económicos se mantuvieron en el rango meta para todos los horizontes de proyección consultados (2024, 2025 y 2026). La inflación esperada para este año se ubica entre 2.5 % y 3 %, al igual que para el 2025 y 2026.
En otras palabras, la inflación se mantendrá en similar porcentaje fluctuante para los dos próximos años. Lo que en otros escenarios significaría un escándalo para ciertos sectores. Se evidencia que el sistema económico no ha cambiado, ni cambia de un gobierno a otro, y lo que se debería de hacer, es que, las políticas monetarias se enfoquen e impulsen un crecimiento equitativo para todo el país. Lo que no sucede y nos llevan en la práctica a una peor crisis, que los grupos de poder económico que dominan en las gestiones nacionales de turno, tratan de maquillar con sus proyecciones de crecimiento.