Sentimientos encontrados

Los estudios realizados sobre el daño psicológico a mujeres violadas sexualmente sin el agravio de embarazo no deseado, muestran el drama que tienen que soportar a lo largo de su existencia por el criminal daño emocional y, por si fuera poco, la burla del victimario si éste no ha sido denunciado y castigado como la ley manda.
Estamos hablando de mujeres de 18 años, que la “astucia” de muchos violadores hace que finjan un enamoramiento o se gana la amistad de la víctima para luego por determinadas circunstancias de su vida personal o familiar, chantajearlas hasta conseguir su macabro objetivo, que en casos tienen el cinismo de pedir perdón “porque estaban enamorados y no sabían qué hacían”, además de la cobarde defensa que “ya ella es mayor de edad”, cuando sabido es que la violencia sexual puede presentarse en cualquier edad.
Las mujeres frente a esta situación dramática en sus vidas, deciden seguir una terapia de recuperación donde queda claro que la parte física tiene recuperación o en todo caso, es sólo un tema físico, pero lo emocional, tiene otras consecuencias, para empezar la recuperación de la autoestima ante una sociedad que lastima sin importarle conocer la circunstancia de cada caso.
Así como hay mujeres que se recuperan emocionalmente, existen otras que superan lo suficiente como para seguir viviendo, pero este episodio les persigue en toda su vida, está en la piel el rechazo a lo vivido, y para liberarse buscan perdonar al delincuente agresor, aun así, la lucha interna continúa, la impotencia de no poder lograr una recuperación total porque los ataques de pánico, se presentan afectando sus emociones.
Este es un escenario de mujeres de 18 años, y qué pasará por la mente de niñas que son agredidas sexualmente con el consiguiente embarazo no deseado. Tenemos el reciente caso de la niña “Mila” de 11 años de nuestra región Loreto, que tiene el derecho primero a la protección de su propia vida, así como el derecho de reconstruir su historia sin la sombra de tan horrendo episodio de la violencia sexual.
Si en determinados temas podemos discrepar con la presidenta de la República, Dina Boluarte, en este caso destacamos la valentía de abordar un tema muy sensible que de hecho tiene opiniones a favor y de rechazo, y declarar ayer domingo que el Gobierno garantizará la atención y protección de la menor de 11 años, quien fue víctima de violación sexual, y quedó embarazada, y le aplicaron el aborto terapéutico como le asiste por derecho reconocido por la normativa peruana.
“Nosotros, desde el Ministerio de la Mujer, pero también desde el Ministerio de Salud y como Gobierno vamos a proteger y amparar a la menor, la vamos a acompañar de acá para siempre, no la vamos a abandonar”, declaró Boluarte.
Es cierto, la recuperación será a lo largo de su vida, para siempre. Esperamos que no quede en palabras y que la recuperación de las víctimas sea mejor implementada como política de Estado, que se tiene que atender de emergencia con el personal especializado que ayudará a recobrar a las víctimas la confianza de llevar adelante sus vidas, con la mayor normalidad posible.