‘Sendero Luminoso’ y su tratativa curricular en la escuela de hoy: Abimael Guzmán Reynoso

Por: Adolfo Ramírez del Aguila
Docente de Educación Secundaria

 

 

La salida de Maritza Garrido Lecca, después de haber cumplido una condena carcelaria de 25 años por los delitos de terrorismo, ha reabierto el debate sobre si Sendero Luminoso (SL) es aún una amenaza para nuestro país o es parte ya del negro pasado de nuestra historia nacional. Según la advertencia de la prensa nacional, muchos otros senderistas, saldrían libres, al haber cumplido el tiempo de ley para estos casos tipificados como “terrorismo”.
El debate entonces está garantizado para los próximos días. Es casi ya crónico en nuestro país la variedad de reacciones frente a un tema muy sensible y que despierta todo tipo de pasiones y sentimientos encontrados; es que el proceso de pacificación quedó a medio hacer. Nos resistimos aún a procesar la verdad y nos negamos rotundamente a considerar la viabilidad de la difícil reconciliación frente a una guerra interna que nos costó muchas vidas.
Con toda seguridad, estamos ante una tragedia nacional cuyas heridas aún siguen abiertas; además, porque las acciones terroristas de SL, aún no han cesado en nuestro país. Recordemos, que hace unos días nomás, se dio el cobarde asesinato de jóvenes policías en Huancavelica a manos de los remanentes senderistas que continúan con su sanguinaria “guerra popular” en el VRAEM.
Acabamos de celebrar los 25 años de la captura del líder fundador de Sendero Luminoso, el ex profesor universitario Abimael Guzmán Reynoso. Sin embargo, todo hace suponer que su ideología y su programa centrado en la captura del poder vía las armas, continúa en la mente de sus seguidores a pesar que han pasado los años. Este sanguinario líder terrorista capturado en setiembre de 1992, cumple una condena de cadena perpetua.
No hay el suficiente espacio para recordar la historia de este grupo terrorista, pero sería interesante que en nuestras escuelas del Perú se le dé un tratamiento curricular y pedagógico para que nuestras nuevas generaciones aprendan a hacer una lectura crítica de esta etapa de nuestra historia y tomar todas las prevenciones para que el fanatismo político con fusil en mano, se destierre del ideario político de nuestra nación.
Como este es un espacio de meditación religiosa, quisiera compartirles algunos detalles de la vida polémica de este líder que, aunque usted no lo crea, tuvo formación básica católica, pues estudió en instituciones regentadas por la iglesia e incluso utilizaba textos bíblicos para fundamentar su mesianismo político y el culto a su personalidad.
Manuel Rubén Abimael Guzmán Reynoso, llamado por sus seguidores como “Presidente Gonzalo”, nació en Mollendo Arequipa, el 3 de diciembre de 1934. Actualmente es ya un anciano de 82 años y purga condena en una cárcel de la Base Naval del Callao-Lima. Curiosamente tiene como vecino de carcelería al también ya anciano líder político Alberto Fujimori Fujimori (79 años), preso por corrupción, quien durante su gobierno se diera la histórica captura de Abimael Guzmán.
Wikipedia que todo lo sabe, describe de la siguiente manera los inicios aparentemente normales del peruano Abimael: “Después de 1945 vivió con su padre… en la ciudad de Arequipa, donde estudió secundaria en el Colegio de La Salle. A la edad de 19 años comenzó sus estudios superiores de Derecho y Filosofía en la Universidad Nacional de San Agustín, en Arequipa. Sus compañeros de clase luego lo describirían como tímido, disciplinado, obsesivo y ascético.”
En sus inicios de su vida profesional destacó como catedrático de una universidad en Ayacucho, pues se perfilaba como un prometedor intelectual de mucho respeto por sus alumnos. Hasta que su contacto con la realidad del Perú profundo y las injusticias de siempre, más sus lecturas de literatura marxista-maoista y de izquierda, como el libro “Los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana” de José Carlos Mariátegui, le hicieron virar hacia un pensamiento radical que le animaron a formar en la década de los 60 el Partido Comunista del Perú (PCP-Sendero Luminoso).
En 1980, en vísperas de las Elecciones Generales que nos devolvían la democracia después de la dictadura militar de Juan Velazco Alvarado y Remigio Morales Bermúdez, en un pueblito alejado de la sierra (Chuschi-Ayacucho) se inició el enfrentamiento civil más sanguinario de la historia republicana del siglo XX. Un grupo de senderistas quemaron las ánforas que iban a servir para las elecciones del día siguiente. Era el inicio de la declaratoria de guerra de SL al Estado peruano y a toda opción de convivencia democrática.
El resto de la historia, para abreviar, se llenó de sangre y fuego, pues la guerra civil que se desató durante los periodos de los gobiernos de Fernando Belaunde Terry (1980-1985), Alan García Pérez (1985-1990) e inicios del oncenio de Alberto Fujimori Fujimori (1990-2000) costó la vida de más de 70,000 peruanos entre dirigentes, políticos, militares policías, senderistas equivocados, campesinos, nativos, niños y mujeres que significaron un verdadero holocausto fratricida y demencial.
Que esta historia se profundice en nuestras escuelas para que nuestros niños y jóvenes conozcan la verdad de estos acontecimientos, para no solo prevenir una guerra civil entre peruanos, sino principalmente, para terminar las causas de toda subversión armada: las injusticias sociales y la marginación de los sectores pobres de la patria.
Que el Señor de la historia nos acompañe a todos los peruanos y peruanas de buena voluntad para mirar el futuro sobre la base de la reconciliación entre peruanos, diciendo nunca más al terrorismo de grupos armados suicidas, pero rechazando también al terrorismo de las estructuras injustas.
Amén.