- Familiares y amigos despiden a doña Wilma Esther Alves Silva, conocida como “La Sabalito”, quien dejó una huella imborrable en la gastronomía amazónica.



Con profundo pesar son velados en el restaurante Sábalo Asado, ubicado en el kilómetro 5 de la carretera interprovincial Iquitos – Nauta, los restos de la señora Wilma Esther Alves Silva, de 82 años, cariñosamente llamada “La Sabalito”. La reconocida empresaria gastronómica falleció la tarde del pasado miércoles en el hospital de EsSalud, a causa de complicaciones debido a su edad.
Fundadora de uno de los restaurantes más representativos de la gastronomía amazónica, “La Sabalito” logró, con esfuerzo y dedicación, levantar desde cero un negocio que hoy goza de prestigio turístico local, nacional e internacional. Su historia de trabajo inspiró a generaciones enteras de emprendedores en la región.
Sus hijos expresaron entre lágrimas que continuarán el legado que su madre construyó hace más de tres décadas. Recordaron que, pese a no contar con apoyo ni recursos, ella supo abrirse camino con empeño, sacrificio y una sazón que conquistó a locales y visitantes.
“Mi madre nos enseñó a trabajar duro y a amar nuestra tierra. Ella no solo dejó un restaurante, dejó una tradición que seguirá viva en cada plato”, manifestó su hijo Raúl Pérez Alves, quien además informó que el sepelio se realizará este sábado en el cementerio general de Iquitos, en horario aún por definir.
Amigos cercanos, vecinos y clientes de toda la vida llegaron hasta el velorio para darle el último adiós y recordar anécdotas compartidas en torno a la mesa. Muchos de ellos destacaron su carácter alegre, su hospitalidad y la pasión con la que atendía personalmente a sus comensales.
El restaurante Sábalo Asado se ha convertido en un símbolo de la cultura culinaria amazónica, y ahora sus descendientes asumen el compromiso de mantenerlo en funcionamiento como homenaje a la memoria de su fundadora. “La Sabalito” deja no solo un negocio, sino también un legado de perseverancia, identidad y amor por la gastronomía de la selva.
La partida de Wilma Esther Alves Silva enluta a la familia, pero también deja un vacío en la historia de la cocina amazónica, donde su nombre quedará escrito con respeto y gratitud.
(K. Rodriguez)





