¿Y la seguridad para los usuarios?
Mucho cuidado. Si bien es cierto en las noticias policiales se ve el aumento del índice delincuencial en nuestra ciudad, esto también se viene reflejando dentro del aeropuerto, “Francisco Secada Vigneta”; aunque usted no lo crea, pues ayer en plena luz del día y ante la presencia de un efectivo policial que “custodiaba”, se registró un robo a una pasajera identificada como Marilyn Reátegui Rosas, quien llegó a este centro al promediar a las 6 de la tarde para abordar el vuelo LANPERÚ que la llevaría hacia la ciudad de Lima.
De acuerdo a la versión de la agraviada, así como del parte que consta en la denuncia policial que existe en el aeropuerto, al llegar a una las puertas de acceso, un sujeto vestido con una camisa naranja y gorra roja, se le acercó para “prestar su servicio” de traslado del maletín.
Reátegui Rosas le indicó que no era necesario, “Mientras recibía el vuelto del motocarrista, el sujeto aprovechó para quitarse con mi maletín, pues voltee con la intención de recogerlo para llevarla a la sala de registro y ya no estaba, todo fue tan rápido que a las finales ni las personas que estaban afuera hicieron algo para detenerlo, he perdido toda mi ropa prácticamente, zapatos, perfumes, bisutería, entre otros accesorios que justamente había comprado para llevar a mis hijas, ¿ahora quién me va a devolver toda esta pérdida?”.
Presa de los nervios se acercó a un efectivo policial para expresarle lo que había pasado, pues sólo tuvo una respuesta de “cómo no se dio cuenta… señora”, una respuesta que a muchos dejaría atónitos, pues entonces para que está un efectivo policial si no puede brindar la seguridad necesaria a los usuarios.
A pesar que buscaron al sujeto por diferentes ambientes no llegaron a dar con su paradero. Pero se supone que este recinto, el cual es administrado por una entidad privada, debería brindar también la seguridad a los usuarios que llegan para embarcarse, pues no sólo se trata de entregar un ticket a los usuarios que llegan en vehículos, pues también debería haber un control para aquellos que ingresan caminando, pues a un costado de la caseta de control existe una vereda peatonal para aquellos que no tienen movilidad o prefieren tomar un vehículo en plena vía Quiñones, y a ellos quién los controla, este podría ser uno de los accesos también para personas facinerosas que buscan ampliar sus actos delictivos a instituciones como el aeropuerto.
Se espera que la ADP, Aeropuerto del Perú, brinde mayor seguridad y sepa reconocer el error que han cometido y den, al menos, una solución al problema que le generaron a la pasajera. Esta falta de control, es un muy similar a lo que se vive en Masusa, donde también puede existir un control para los vehículos, mas no para los que ingresan o salen de este puerto.
También es preciso indicar, que una entidad privada no puede cometer estos errores, pues a- parte de brindar el servicio y la seguridad, también deben generar una buena imagen tanto para los turistas que ingresan a nuestra ciudad y a los mismos loretanos, ¿se harán cargos de las pérdidas y a las vez gastos (pues se quedó con ropa encima) que han provocado a la usuaria?, estaremos al tanto de este caso y otros hechos similares que ya se registraron.
Si esto sucede a un pasajero nacional o lugareño, en este caso, qué sucederá cuando sea un extranjero o turista el asaltado, le darán seguramente una atención preferente y se movilizará todo el sistema de control para recuperar los bienes de la víctima, en una clara discriminación que lamentablemente se da por nuestros fueros provincianos; sin embargo, el damnificado no perdonará el shock traumático que significa esta acción y difundirá por donde vaya que en el aeropuerto “internacional” de Iquitos vivió el susto de su vida, en desmedro de la tan mentada calidad visita que tiene nuestra región entre los diez países obligados de turismo en el mundo, aunque la señora de nuestra referencia de asalto local no recupere jamás sus pertenencias. (MIP)