“Se asume que la sexualidad es algo malo y feo”

Dr. Daniel Aspilcueta

– Refiere, Dr. Daniel Aspilcueta, director ejecutivo de Inppares

Dr. Daniel Aspilcueta
Dr. Daniel Aspilcueta

Respecto al tema de un presupuesto público para la educación sexual en el Perú y sobre las acciones reales que se puedan estar desarrollando, teniendo en cuenta que cada día la explotación sexual es otra de las lacras que debe afrontar una sociedad y más aún si ésta se encuentra desprotegida desde el tema presupuestal.
El Dr. Daniel Aspilcueta, director ejecutivo de Inppares, refiere que muchas veces todo queda en las agendas presupuestales y muchas veces tocar el tema de sexualidad aún, para muchos, les saca roncha. Aquí la entrevista.
¿Cómo ve el rol del Estado Peruano frente a la explotación sexual de menores de edad?
La explotación sexual es una de las formas de esclavitud más abominable del presente siglo, es un problema mundial que afecta a gente pobre y vulnerable. El Estado debe dar prevención y protección a la víctima y sanción a las mafias involucradas.
Por lo tanto, el rol del Estado debería ser: Protección a las víctima, prevención, rehabilitación, inserción social, sanción a los victimarios.
¿Existe presupuesto público para la educación sexual en el Perú?
Existe el Código de Niños, Niñas y Adolescentes,  en el marco de la Ley 27337, en él se ven tres puntos fundamentales: Son reconocidos como sujetos de derechos; es decir, los niños y niñas tienen derechos e igualdad de oportunidades, por lo tanto, no se les debe discriminar de ninguna manera.
Señala que es obligación del Estado atender y proteger al niño, niña,  adolescente y a su familia. Y compromete al Estado, las familias, instituciones públicas y privadas, las organizaciones sociales de base, a cumplir las normas del Código.
Existen una serie de normas dentro de diversos ministerios y en distintos niveles para poder atenderlos, sobre todo relacionados con turismo y factores de riesgo; sin embargo, eso no es suficiente, porque si bien es cierto que existen reglamentos, decretos y leyes, no hay mayor apoyo económico ni difusión, entonces, hay desconocimiento.
Por otro lado, existe una visión de menosprecio a la gente pobre y en riesgo, no se designan fondos destinados a atender de forma íntegra y adecuada a esta población; además, el sistema no está previniendo ni sancionando claramente a los que lucran y manejan las mafias, por lo cual existe una sensación de impunidad.
En ese contexto ¿Se brinda información sobre explotación sexual en el Perú?
En el tema de la perspectiva de derechos, existe el derecho a la libertad sexual, a la educación, pero no tienen un apoyo económico notorio, ni difusión adecuada. Hace años existía el programa “Yo sé cuidar mi cuerpo”, basado en el respeto a la persona, actualmente no existe algo similar.
Otra cosa es que no existe casi educación sexual, ni educación familiar, ni un reconocimiento que tenemos derechos sexuales, mucho menos se sabe cuáles son. Porque como se asume que la sexualidad es algo malo y feo, no se habla de eso, lo mismo sucede con los temas de explotación sexual de menores, y al no hablar de eso, no existe; por lo tanto, no se colocan en las agendas presupuestales.
Muchos de los casos de explotación sexual de menores de edad o trata de personas terminan juzgándose como violación sexual u otros delitos  ¿es esto también efecto de la calidad de conocimiento de los derechos sexuales en el Perú?
Lo peor de esto es que no se está trabajando como país en riesgo, teniendo lugares conocidos, como en la selva, en donde hay cantinas, bares, prostíbulos con menores de edad y en donde, socialmente, no es mal visto.
También existen una serie de prejuicios, como esta fantasía alrededor de las trabajadoras sexuales, en la cual se asume que les gusta lo que hacen, que sienten mucho deseo sexual y placer, cuando muchas pasan por una explotación.
A esto se suma el descontrol del uso y abuso de alcohol y drogas, usados en muchas de las víctimas para que sufran menos y se vuelvan adictas, entonces, se les deshumaniza y se genera una esclavitud descontrolada.
¿Qué entidades del Estado deberían tener más apoyo para contrarrestar esta situación?
En principio, los sectores de educación, salud, turismo y comercio. Porque, así como podemos hablar problemas como la droga o el alcohol, también la educación sexual y la explotación sexual, son serios problemas.
¿Cree que existe intención política para una designación presupuestal que ayude a combatir esta problemática?
Ahí no estamos respondiendo. Y desde los diferentes aspectos, ni siquiera creando conciencia pública de que estamos frente a un problema que está más allá de los derechos sexuales y los derechos humanos, mucho menos designando presupuestos para atender estos problemas.
¿Cuál sería la solución para que se visibilicen estos problemas por parte del Gobierno?
Mostrar números, comprometer autoridades de diferentes niveles. Creo que esto tiene que ser de abajo para arriba y de arriba para abajo. También hay un rol de los medios de comunicación, de las autoridades electas, de los líderes de base en la cual se muestre que dentro de los problemas de pobreza y vulnerabilidad, está el tema de explotación.
También está el tema de los mitos, como aquel de que las mujeres de la selva son sexualmente muy activas, que son calientes, eso es absurdo, el tema de la etnia no tiene nada que ver con el deseo sexual y el deseo sexual no tiene nada que ver con la explotación.
¿Y en cuanto a la designación presupuestal para estas soluciones?
Siempre existen problemas presupuestales, si no se presentan como cifras que llamen la atención no serán visibles. El tema con ser alcalde o ser autoridad pasa por hacer carreteras, puentes, monumentos y no con desarrollo social. Entonces, tenemos que venderles a las autoridades que no sólo es fierro, ladrillo y cemento un desarrollo, sino que eso pasa por seres humanos, mejoras en educación y mejoras en salud. Y la explotación demuestra falta de educación, falta de salud y falta de libertad.
Es un tema de derechos y un tema de oportunidades, ya que existe gente que, por necesidad, ingresa a estas redes, ya sea como víctima o victimario.
Además, estos problemas deben entrar a la agenda de la población, los medios de comunicación juegan ahí un papel fundamental.
Asimismo, existen falencias en varios aspectos, como el aparato de justicia, que, de alguna forma, es benigno con el abusador, con el cliente. Entonces, como el problema de la droga, algunos hablan de erradicar la coca, otros dicen, si no hay demanda, no hay a quién venderle esa droga. Lo mismo sucede con la explotación, entonces, hay que actuar en los dos niveles, en evitar el crecimiento de las mafias explotadoras y por otro lado que no exista demanda.
Todo eso cuesta dinero, y no es sólo una asignación a un sector, eso lo hacen una serie de entidades, es todo un paquete, son una serie de herramientas en la lucha para preservar la vida que, si no están en el presupuesto, no existen, son puras promesas. (MIPR)