Por: Adolfo Ramírez del Aguila
Hoy es la Fiesta Nacional de Santa Rosita de Lima, Patrona de América y de las Filipinas, Patrona de la Policía Nacional del Perú y Primera Santa Peruana. Con tantos títulos y tantas celebraciones, normalmente pasa muy desapercibido el sentido espiritual que tienen estas efemérides del santoral católico. Veamos desde una perspectiva psicopedagógica, el aporte de esta gran santa peruana con mucha devoción en la Amazonía.
Gardner, el científico social que identificó las inteligencias múltiples, y que revolucionó con su teoría la concepción que se tenía hasta entonces de la inteligencia, nos advirtió que el ser humano es capaz de desarrollar no solo la inteligencia cognitiva-memorista que tanto endiosamos en la actualidad, sino que el ser humano posee un abanico de dimensiones cerebrales especializadas que nos ayudan a responder a la realidad diversa y sus problemas múltiples. Se empezó a hablar entonces de la inteligencia intra-extra personal, de la inteligencia lingüística, de la inteligencia musical, de la inteligencia matemática, etc. Los discípulos de Gardner, continuaron investigando y delimitaron una capacidad especial que nos gustaría resaltar en este día: LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL.
Esta habilidad espiritual, inherente al ser humano, lo poseemos todos, sin distinción de ningún tipo. La inteligencia espiritual, es aquella habilidad mental (recordemos que científicamente, el cerebro es la central del cuerpo y del alma) capaz de trascender lo finito y elevarnos hacia el infinito, hacia lo trascendente, dándole un nuevo sentido a la propia vida, al mundo que percibimos y a la misma espiritualidad humana. No es de extrañar entonces, que los antiguos arquitectos y sacerdotes del imperio de los incas, tuvieron mucha inteligencia espiritual al momento de planificar y construir el sagrado monte de Machupicchu, de igual manera podríamos decir de los ideólogos de las huacas del sol y de la luna, de los sacerdotes de templos y fortalezas diseñados a lo largo y ancho de estas tierras, que dejaron su ADN espiritual en estas obras que ahora nos maravillan.
Pero la genialidad espiritual de nuestros ancestros peruanos, no solo está en sus monumentos y restos arquitectónicos, sino también en el testimonio de sus ciudadanos, personas comunes y corrientes que lograron trascender el tiempo y el espacio, y que brillan hasta la actualidad por su maravillosa personalidad. Es el caso de esta Santa peruana, Rosa de Lima, que supo vivir su fe cristiana en su tiempo y en su lugar (hace casi 500 años) haciendo derroche de una espiritualidad sorprendente en actos cotidianos y domésticos, viviendo la santidad en su particularidad propia, sirviendo a los demás, ayudando al prójimo sin ningún interés, curando las almas y los cuerpos de tantos desahuciados de la historia, orando en las buenas y en las malas, mirando el cielo para actuar compasivamente en la tierra, buscando a Dios en el hermano que sufre, etc.
ISABEL FRORES DE OLIVA, bautizada por la devoción peruana como Santa Rosa de Lima, es una santa marca Perú. Nos enseñó un secreto para lograr desarrollar a plenitud nuestra inteligencia espiritual: SERVIR A LOS DEMÁS COMO SI FUERAN OTROS CRISTOS SUFRIENTES. Esta capacidad, también fue la característica espiritual de tantas otras maravillas espirituales como la Madre Teresa de Calcuta, Monseñor Romero del Salvador, San Francisco de Asís y de tantos beatos y santos del planeta azul a los cuales se encomienda el propio Papa Francisco.
En este día tan especial, resaltemos el gran aporte espiritual de esta santa peruana, que nos haría bien tenerlo en cuanto para santificar nuestros actos y comportamientos en el aquí y ahora. Cerrar los ojos y meditar en la paz del alma, hará el milagro de detener esta vorágine de desgracias y miserias que caracterizan a nuestra sociedad actual. Que los ojos de la fe que nos da nuestra inteligencia espiritual, impida nuestra autodestrucción y más bien desarrolle en nosotros una mística de velar por el bien común hacia un mundo más justo, más solidario, más humano, más santo. Que Santa Rosita de Lima, maravilla espiritual del mundo, abogue desde el cielo para que este milagro testimonial se haga realidad. Feliz día de Santa Rosa a todos.