Aprovechó que todos estaban dolidos por la irreparable pérdida de su familiar. Había tomado un trago fuerte hecho a base de corteza de árboles para armarse de valor y llevarse 6 sillas de plástico valorizadas en 25 soles cada uno de la casa donde velaban los restos de su tío que había fallecido producto de una penosa enfermedad.
El robo se había producido de forma sistemática toda la madrugada de ayer en el inmueble de la familia Peña, ubicado en la calle Aguas Verdes-AH Nuevo Punchana en el distrito del mismo nombre.
«Yo me percaté cuando mi sobrino se estaba llevando la última silla, cuando empezamos a contar nos faltaban seis, fue ahí que mi hermano le recrimina por su actitud y le captura, le preguntamos por las demás sillas y no supo qué decir, estaba mareado y se hacia el loco. Así que le llevamos a la comisaría y le denunciamos por el hurto de sillas. Una vez en la comisaría empezó a hablar y solo recuperamos tres de las seis. A él no le importó que estuviéramos dolidos y apenados por la muerte de mi papá, no respetó la memoria de su tío ni de la familia que le acogió cuando llegó de Lima. Nos faltó el respeto a todos», contó Eliada Peña, tía del acusado de robo.
El sujeto fue identificado como Máximo Antonio Vílchez Ordóñez (20), quien reconoció haber sustraído las sillas de plástico cuando todos se encontraban distraídos, tres de ellos los habría vendido en el embarcadero «Don José» y las otras tres no le dio tiempo de negociarlo porque fue sorprendido por sus familiares.
Las sillas habían sido prestadas por los deudos a algunos vecinos del sector y al pastor de la iglesia evangélica «Jesucristo la Luz del Mundo», sin imaginarse que horas más tarde iban a ser robadas por el sobrino del finado. La denuncia fue puesta en la comisaría del sector para las diligencias respectivas. (C. Ampuero)