Cada vez más son los países de la región que consideran regular el juego en línea, cada uno por razones diferentes. Primero fue Colombia, y ahora el camino se parece estar claro para Argentina
A principios de este mes se dio a conocer en Argentina el plan para el presupuesto 2019 de María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, el cual causó gran polémica entre los medios de prensa, no tanto por lo ambiciosa de la propuesta, sino porque se está poniendo el foco en un punto que anteriormente no se había puesto: los juegos en línea.
Actualmente la situación de los juegos de casino en línea es bastante difusa en todos los países de Latinoamérica, y solamente Colombia pareciera estar avanzando al respecto. Hasta entonces, se han creado leyes que han estado en revisión por mucho tiempo, pero sin sentencias definitivas.
No obstante, se trata de un punto que debe prestarse especial atención, ya que en el caso de Argentina, en el que no está reglamentado, existen miles de puntos en los que las personas pueden comprar crédito para jugar en línea, incrementando los casos de ludopatía. En este sentido, al regularse el juego online, podría hacérsele un seguimiento a estos casos y disminuirlos.
En el caso que se pueda lograr la aprobación por parte del Congreso provincial, el próximo paso sería en avanzar con las licitaciones para poder habilitar siete licencias que también incluyan las apuestas deportivas. Este factor incitaría a las gobernaciones de otros países hermanos, y en nuestro caso lograr que la situación legal de los casinos en línea en Perú también se estabilice y se pueda realizar un mayor control de la población en este sentido, para que finalmente se pueda disfrutar como un entretenimiento más, en vez de causar tantos problemas.
En palabras de la misma gobernante “lo que buscamos es tener un control mayor. Vamos a poder regular quien juega, cómo lo hace, todo está bancarizado, será sencillo que el ludópata se registre si está luchando para no jugar más.” Por tanto, se trata de favorecer a la sociedad y dejar de perjudicarla más por la falta de leyes.