- Matan a las personas como si fueran animales y nunca sancionan a los responsables.
Observar un video donde se ve la forma cruel y salvaje como mataron a un joven Secoya en la provincia fronteriza, escarapela el cuerpo. Lo degollaron, peor que una gallina, o como hacían los terroristas en aquellas épocas que es mejor no recordar.
Un asesinato más y nadie en esa provincia agarra a los responsables para que sean encarcelados. Como si no existiera la policía o fuerzas armadas que velen por la tranquilidad pública. El asesinato se registró en la comunidad de Nueva Esperanza.
En este caso el pueblo Secoya se tiñó de sangre y luto, pero con una atrocidad inmensa, ya que se trata de dos hermanos, como si fuera la historia bíblica de “Caín y Abel”. Así habrían sido los hechos.
Joel Cabrera Levi, de aproximadamente 25 años, asesinó a sangre fría con una peinilla a su hermano mayor Albert Cabrera Levi de aproximadamente 28 años. Ambos del pueblo Secoya, moradores de la comunidad nativa San Martín Yubineto. Ocurrió el último miércoles a las 7 y 30 pm en la comunidad Nueva Esperanza.
Los responsables de salud de la comunidad nada pudieron hacer al ver los cortes profundos en la parte del cuello. Familiares cercanos tuvieron que trasladarlo entre la vida y la muerte a su comunidad de origen a las 10 de la noche.
Lo peor de todo es que el criminal fue intervenido inmediatamente por la DENOMINADA operación WAYRA, fue amarrado y encadenado al pie de un poste de luz, pero sorpresivamente no amaneció. Se fugó, desapareció.
Vecinos del lugar manifiestan que escucharon 2 peque-peque a altas horas de la noche donde se supone que fueron familiares quienes vinieron al rescate del preso. Según se supo para que tomen justicia por sus propias manos.
Una historia terrible, que parece salida de uno de los más terroríficos cuentos de horror. (LMHL).





