¡Qué tal raza!

Aunque las leyes digan lo contrario, nuestro nivel educativo en desarrollo y la falta de sensibilización no nos permite superar el tema racial, primero en nuestro espacio como ciudad, región y país, lo que se percibe en el día a día, y hasta se vislumbra el tema entre broma y broma, que parece inofensivo, pero no es así.
Y tocamos este punto porque desde el 2009 se considera el 12 de octubre como el Día de los Pueblos Originarios y el Diálogo Intercultural, de acuerdo a la Ley N° 29 421 promulgada por el Congreso de la República del Perú, que indirectamente se relaciona también con la superación del tema racial que se sugiere a través de la conversa intercultural de respeto y aceptación mutua.
Si bien se han dado pasos muy importantes, es necesario reconocer que el racismo se origina en nuestros mismos espacios de no aceptación de lo que somos y nuestra procedencia, que es una situación básica que nos permitirá mejorar el diálogo y afianzar nuestra identidad loretana rica en diversidad racial.
Es que este 12 de octubre también se recuerda el día de la raza y la historia nos refresca que fue la fecha que Cristóbal Colón llegó a estas tierras nuevas para ellos, pero nuestros pueblos con su historia, costumbres y vida social organizada ya existían por miles de años, pero, la historia oficial promovida por los invasores – colonizadores lo minimizaron, en realidad querían desaparecernos, pero no pudieron, y configuró también una lucha con una presunta raza superior.
Entonces un pueblo humillado por sus orígenes a lo largo de muchos años posteriores a la llegada de los españoles, tuvo graves repercusiones en las generaciones venideras en la aceptación de nosotros mismos, y hasta la actualidad esas heridas siguen presentes, en mucha menor proporción.
Hasta que nos reconocemos multirraciales y pluriculturales, y la gran riqueza que ello representa para nuestro bienestar y desarrollo, hoy nos sentimos orgullosos de nuestros ancestros y lo valoramos mucho más, estamos menos acomplejados, más decididos a defender por amor y dignidad nuestros orígenes, nuestras culturas étnicas, nuestro hablar, disfrutamos siendo auténticos que es el sello de nuestra identidad amazónica.