– Próximo a dejar el Obispado en Loreto, Mons. Julián García
– Para así poder salir del clima de pobreza y corrupción», refiere.
– El domingo 22 de mayo, Día de Santa Rita de Casia, dejará el Obispado pasándolo al nuevo Obispo, Miguel Olaortúa Laspra.
– Evento religioso será en estadio Max Augustin.
Monseñor Julián García Centeno ha estado trabajando en Iquitos por 21 años, en mayo se retira y anuncia que no pretende quedarse acá porque el nuevo Obispo debe abrir su propio espacio, su propio camino en bien de los fieles y su iglesia.
«El domingo 22 de mayo es día de Santa Rita de Casia, una religiosa Agustina, era viuda con 2 hijos. A su esposo lo mataron y ella vio que los hijos querían vengarse y entonces le pidió a Dios que antes que ellos cometieran ese asesinato que se los llevara y murieron. Ella se retiró a un convento, llevó una vida austera, es patrona de los imposibles, aún se conserva el Monasterio donde vivió», contó a manera de introducción el Obispo García Centeno.
¿Cuándo tomará posesión el nuevo Obispo en Iquitos?
-Miguel Olaortúa Laspra, es vasco, nacido en Bilbao, tiene 48 años es joven y con salud para moverse por la Amazonía. La ceremonia será en el estadio Max Augustin a las 6 de la tarde del domingo 22 de mayo. Estará el Nuncio y varios Obispos, ellos nos acompañarán. El Nuncio tiene la responsabilidad de leer las cartas del Santo Padre del nombramiento y el Obispo ejerce su Ministerio. Antes él tiene que ordenarse y eso será en España el 26 de abril, yo pienso estar ahí y luego retornaremos, quizá yo antes que él.
¿Monseñor cuántos años en Iquitos?
-21 años en esta hermosa tierra…
¿Entonces estuvo aquel 24 de octubre del 98 en que Iquitos ardió?
-Por supuesto lo tengo grabado en mi mente y mi corazón. Fue tremendo, un hecho que nos avergüenza un poco a todos porque eso jamás debería suceder en un país civilizado. Como ahora con todo lo que está pasando en Libia, Asia, aparte de las catástrofes naturales como Japón. Es muy triste que en pleno Siglo XXI no seamos capaces de sentarnos a solucionar nuestras diferencias con el diálogo. Lo del 24 de octubre fue algo tristísimo y no se me olvidará jamás lo que significó aquel estallido de violencia.
La sociedad aun necesita muchos pasos para avanzar y conseguir un progreso de todo tipo, material, moral, espiritual y así poder convivir siendo diferentes y distintos, buscando el bien común. Que todos juntos sepamos darnos la mano para buscar lo mejor que necesita nuestro pueblo, si no vamos cada uno por su lado y hacemos problemas difíciles, eso es muy triste.
¿Y el recuerdo más grato?
-Tengo muchos, el pueblo que es muy cariñoso, veo que la Iglesia está viva, es joven. Estoy contento con el Plan Pastoral llevado hace años, veo a laicos entusiasmados implicados en ese Plan. Recuerdo el Monasterio de Vida Contemplativa que es fundamental en la Iglesia. Así como el Seminario San Agustín, es el corazón de la Diócesis porque de ahí saldrán los sacerdotes que necesitamos para alimentar la vida de los fieles.
Yo insisto en que se formen sacerdotes de verdad, que luego no renuncien o que anden con dudas. Así no, el que tenga dudas que se vaya, el pueblo necesita sacerdotes enamorados de Dios y la Iglesia para que estén al servicio de la Iglesia, cumpliendo la misión propia de un sacerdote.
¿Usted es un hombre enterado de los acontecimientos noticiosos, qué opina de los sondeos de opinión, de los candidatos…?
-Hay muchas promesas, que no digan lo que no van a hacer. Será importante que guarden sus promesas y que ganan a ver si cumplen con lo dicho y si no vamos a pedirles cuentas…
¿Pareciera que arreglarían los problemas al día siguiente de elegidos?
-Por favor, creo que no deben prometer lo que no pueden cumplir, luego el pueblo no sabe qué hacer, más decepción. Hay encuestas para todos…no sé, vamos a ver. Lo que pido es que el pueblo sea sensato y esté atento al elegir a la persona que realmente pueda servir al pueblo con generosidad para ver si vamos saliendo de este clima de pobreza y corrupción, de la que además todos ellos hablan que la derrotarán.