- Hecho ocurrió en el cementerio de Cabo López
Los moradores del centro poblado de Cabo López, ubicado en el distrito de Belén, sorprendieron a un grupo de personas cuando se encontraban excavando una de las tumbas con la intención de retirar el cadáver que llevaba quince años enterrado en este panteón.
El hecho ocurrió la mañana de ayer durante la celebración del Día de todos los Santos, fue justamente por esta fecha que algunas familias del lugar decidieron ir al cementerio para visitar a sus difuntos y se encontraron con este grupo de personas profanando la tumba de Isolina Candamo Chota, motivo por el cual dieron aviso a las autoridades del pueblo y procedieron a intervenirlos.
En su defensa indicaron ser los familiares de Isolina Candamo Chota y que solo querían retirar sus restos para trasladarlo a otro cementerio que quedara más cercana a la vivienda de ellos.
“Mi vejez (su esposo) es hijo de la finada y ella siempre le hace soñar pidiéndole que la lleven a otro lugar porque acá ella está en medio del agua y el monte, por eso hemos venido a sacarla aprovechando este día y llevarla a enterrar en el cementerio de Peña Negra, que está en el Km 10 de la carretera Iquitos Nauta”, refirió María Dahua, quien indicó ser la nuera de la fallecida Isolina Candamo Chota.
Hasta el lugar llegaron los efectivos de la policía nacional para intervenir a los profanadores y trasladarlos hasta la dependencia policial para el esclarecimiento de los hechos.
Cabe recalcar que, para la exhumación de un cadáver o resto humano, ya sea para su cremación, traslado a otro recinto o establecimiento funerario, dentro del territorio nacional, internamiento al país o transporte internacional, se efectuará previa autorización de la autoridad de salud, a petición de sus deudos o por orden judicial; por tanto, los cadáveres no pueden ser extraídos repentinamente, además, de acuerdo al Código Penal, si se detecta que un cadáver fue extraído con fines de lucro, los profanadores serían juzgados por el delito contra la paz pública en la modalidad de ofensas a la memoria de los muertos, cuya condena oscila entre 2 a más de 4 años, así como de la inhabilitación para ejercer la función pública. (R. Graicht)