Previa sanjuanina

Estamos en la última semana del mes de junio, el sexto mes del año, y vemos que el tiempo ha pasado muy rápido, es que estaríamos en modo de tratar de recuperar lo que no se pudo hacer durante la cuarentena, luego durante las más estrictas restricciones a fin de detener el avance del virus de la Covid – 19 que todavía está entre nosotros.
De hecho el virus no tiene la misma fuerza de contagio, ni de afectación en el organismo, sobre todo luego de las aplicaciones de las vacunas y actualmente que ya se viene aplicando la cuarta dosis, siendo las recomendaciones de no bajar la guardia en cuanto a las medidas de bioseguridad, todavía vigentes.
Esto lo tenemos que recordar sobre todo en esta previa a la fiesta tradicional de San Juan Bautista que este fin de semana ya ha tenido considerable afluencia de público, donde muchos no quieren o se han olvidado de llevar puesta la mascarilla.
Además de tener en cuenta el lavado de manos, el uso del alcohol y en la medida de lo posible el distanciamiento entre persona a persona. Es una toma de conciencia para todos, puesto que ninguno nos salvamos y de pronto como un acto de rebeldía nos quitamos o tenemos colgado en el cachete a la mascarilla.
El tema es que la aglomeración de público en la fiesta sanjuanina, al parecer será mucho mayor que el año pasado porque habrá más presencialidad, debido a que se vienen levantando poco a poco más restricciones, la virtualidad va quedando poco a poco en el recuerdo.
Aunque es una modalidad que quedará por siempre en movimiento social, como una alternativa para superar limitaciones, como las distancias que impiden tener a un determinado número de personas en una reunión de urgencia, o en el tema educativo dependiendo de los casos, aunque las universidades volverán también a la presencialidad como los de la educación básica.
Entonces el escenario que nos muestra la previa sanjuanina es como para decir que asumamos con responsabilidad la realización de todos los eventos, que no sea nuestra excesiva confianza que nos haga lamentar situaciones que ponga en riesgo nuestra buena salud y la vida. Hay países donde el rebrote del virus ha sido de temer, por lo que la actitud preventiva como sociedad nos ayudará a seguir gozando de una nueva normalidad, a la que tenemos que acostumbrarnos.