Una promesa electoral del entonces candidato a la presidencia de la República, Ollanta Humala, donde aseguraba que su gobierno daría un total respaldo y apoyo al sector agropecuario, promocionando las diversas formas de trabajo de ese sector, ya está en agenda.
Para ello, el Ministerio de Economía y Finanzas, destinará el cien por ciento más del presupuesto anterior. El monto asciende a S/. 2,472.398.00.
Esa es la buena noticia. La mala noticia es que el 85% de este presupuesto se quedará en Lima en pago para gastos burocráticos, tal como lo anota con preocupación Reynaldo Trinidad, director de la revista especializada Agronoticias, quien aconseja corregir este desequilibrio y hacer una reprogramación de lo que se va a gastar.
Es necesario anotar que en el ejercicio de los gobiernos anteriores no se destinó una cifra significante, que merezca siquiera anotarla en estas líneas. La agricultura ha estado descuidada totalmente.
Esta es la gran oportunidad para que los gremios de agricultores debidamente sostenidos en la legalidad, tengan la posibilidad de lograr estar en la política de inclusión, promovida por el presidente Humala.
Pero, ¿qué espera la agricultura amazónica? Sólo la oportunidad que el gobierno los incluya entre la cartera de favorecidos de la costa y la sierra. Que no seamos grandes productores como quienes poseen los grandes sembríos costeños y serranos, no nos hace menos importantes en lo que podría ser un eslabón importante en la gran cadena de productiva del Perú, que deberá jugarse para alcanzar una gran presencia en el mercado internacional.





