Por amor al Perú, esta vez no se equivoquen.

La truculenta politiquería en nuestro país ha encontrado caldo de cultivo en la actual estructura política del Perú y esta vez ante la inminencia de un nuevo proceso electoral,  atisba desde diferentes emplazamientos, la forma de  infiltrarse en el acto electoral para colocar en el Congreso de la República, a personajes intonsos y analfabetos en política que sólo obedecen consignas de sus mentores,  sin interesarse en la ciudadanía que los eligió.

Todos sabemos que el parlamento es el fiel reflejo de la conducta de los partidos políticos, muchos de los cuales dejan en el olvido el hecho que los partidos  políticos son instituciones básicos,  pilares del sistema democrático y capaces de orientar políticamente a la ciudadanía, de allí  que preocupe la informalidad que amenaza infiltrarse para ganar  terreno y desde allí debilitar y lograr que la moral política sea sólo un anhelo, una utopía.

En la medida que en que los partidos se activan dentro del  rol que les ordena la constitución y la ciencia política el poder legislativo, deberá marchar mejor, más coherentemente, más sólido y respetado, así sus decisiones sentarán bases de una verdadera paz social

Las grandes democracias tradicionales del mundo se caracterizan por la solidez de sus partidos, pero entendidos en el sentido estricto de la acepción, no por clubes o agrupaciones improvisadas, a las que se les coloca un membrete y nacen sólo en época de elecciones y desaparecen después, más aún si no  tuvieron éxito.

Es precisamente en la composición del nuevo Congreso, donde debemos tener la suficiente capacidad de discernimiento para ubicaren el recinto congresal a      personajes cuya trayectoria tanto personal como  política haya  sido y sea lo suficientemente decente y preparada, como para representar a la región geográficamente más importante del país.

En ediciones anteriores hemos señalado algunos nombres, que consideramos aptos para acceder a una curul en el congreso y otros para ir a una reelección debido al importante rol cumplido en los cuatro años de labor congresal. Aquí bien vale  revelar que fue gracias a la efectiva labor de uno de nuestros actuales congresistas que se creó en este año, la Unidad Ejecutora del Datem del Marañón y se autorizó a la UNAP para que realice  operaciones de endeudamiento interno con el Banco de La Nación, lo que viene a ratificar que el camino a una total descentralización va acercándose  cada vez más.