CUANDO uno es pobre y está desesperado, agobiado por un mal físico, síquico o de amores, recurre en busca del remedio milagroso para calmar el malestar. Muchos van a brujos y brujas para que el ser amado vuelva, algunas, en el proceso de sanación terminan por enamorarse del curioso. En el caso de los amores que se fueron, sólo la plata puede hacerlos retornar; en el de los traumas físicos pueden dar resultados algunas sustancias preparadas en base a plantas, hojas, sogas (no para ahorcarse, sino las sogas del monte), frutos, suris, mieles, churos, sapitos machos, etc. que sólo lo pueden confirmar los que lo utilizan.
Hace diez días, aproximadamente, nos encontramos con un viejo amigo, promoción del colegio por uno de los auditorios del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana-IIAP y, al conversar, él sentado, percibía en su rostro invadido por arrugas y patas de gallo, un rictus de dolor y un movimiento de sus glúteos. Le pregunté que tenía y me respondió: no se qué pasa, siento en el orificio anal un dolor como el que hace una espina clavada en el corazón. Yo le respondí: habrás comido shuyo con toda su cabeza llena de dientes. No, contestó, parece que tengo hemorroides y no hay dinero para ir al médico y comprar la medicina, me contestó. Escuchaban nuestra conversación mis amigos Omar Arévalo y Allan Dantas, dos de los mejores profesionales del proyecto Nanay. Entonces recordé que Omar pertenecía a una institución llamada CRETA, en donde se fabricaba todo tipo de artesanía, incluidos jabones, pastas para el dolor de cabeza y, le pregunté si tenía algo para esta enfermedad incómoda y dolorosa. Don Juan, vamos a la casa y veré si hay algo, me respondió Omar. Así que llevé a mi viejo amigo hasta la casa de Omar, quien le regaló un frasquito conteniendo una sustancia gelatinosa de color marrón que en su papel de presentación decía: HEMORIDINA, producto amazónico, preparado con palta, uvos, uña de gato y vaselina. Lo cierto es que cinco días después de haberle dado la pomada al pata, lo encontré por la plaza de armas y le pregunté cómo le iba. Excelente, me contestó, sentado plácidamente en una banca, alegre y vivarracho, es una pasta milagrosa, está pasando los dolores, concluyó. Como esta sustancia preparada por un grupo de mestizos loretanos, existen algunas más ya validadas en ciertos cuerpos humanos. Tenemos conocimiento, por ejemplo, que en la UNAP, trabaja como catedrático e investigador científico un gran amigo a quien cariñosamente le llamamos «ciro mil tornillos, el científico loco», quien prepara una serie de remedios para un montón de males (su propaganda es que cura hasta la pobreza), sistematizando una serie de conocimientos para la ciencia y la tecnología, aislando una serie de sustancias bío activas. Tenemos conocimiento, también, que en el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, se encuentra en elaboración una serie de productos para aliviar ciertos males físicos e incluso perfumes en base a elementos activos de plantas y animales. El gran problema de estos empresarios independientes como en el caso de CRETA, es que no tienen un mercado donde colocar su producto, ya que el local está muy deteriorado. No existe una verdadera promoción a nivel internacional para vender estas sustancias milagrosas y sólo se hace localmente, como es el caso de la feria que se viene llevando a cabo en el bulevar del malecón Tarapacá. Es necesario que los promotores del desarrollo (ministerios, gobiernos regionales) sean más agresivos y publiciten estos productos ya validados en personas, como es el caso de mi viejo amigo. La propuesta para completar el círculo de la tecnología y la comercialización a nivel nacional e internacional, ya ha sido presentada a las autoridades hace tiempo por diferentes profesionales y técnicos, especialmente conocemos de cerca la propuesta de la empresa loretana Amazon Bussines & Consulting que, en coordinación con independientes, viene luchando para posesionarse de nuevos mercados como el de China. Para eso es indispensable que estos amigos sean convocados a las reuniones de empresarios extranjeros, y no sean discriminados. Den oportunidades a estos creadores de tecnologías, pensando sólo en el desarrollo sustentable de nuestra Región, aunque no pertenezcan al partido político gobernante.
