Plantas solares

Hace más de una década que se escuchó que se venían realizando los estudios para que en Loreto podamos tener acceso o la oportunidad de usar energía limpia y barata, aprovechando la energía solar, como en muchos países del mundo vienen aplicando, pero hasta la fecha nada visible, salvo experiencias aisladas.
Esas experiencias aisladas no logran cubrir la necesidad de toda una región como Loreto, cuyas poblaciones mestizas e indígenas requieren de este tipo de tecnología con inversión del Estado, y así mejorar la calidad de vida de las familias que podrán usar aparatos sin temor a la alta facturación.
Más bien desde el sector privado van avanzando alternativas, lo cual se saluda y agradece, por dar el paso, así también vamos ganado experiencia en el uso de esta nueva tecnología que a presión se va imponiendo en los gobiernos de los países del mundo, y el nuestro no es ajeno a ello.
Hace unos meses nos enteramos que en un tramo de la carretera Iquitos –Nauta se proyectaba una planta solar, lo que nos alegró mucho pensando en el beneficio para centenares de pueblos del eje carretero y los que están a lo largo de las vías de penetración que salen sea al río Itaya o al río Nanay.
La necesidad de electrificación es enorme, y qué mejor con energía limpia, mínimamente contaminante, y es penoso haber comprobado en una comunidad rural del eje carretero, el estado de abandono por mucho tiempo del proyecto de electrificación rural, a cuyos postes la maleza estaba a punto de cubrirlos. Y eso que se trata de proyectos con financiamiento, pero ya sabemos que puede haber tentáculos de la corrupción que malogran que el beneficio llegue a los ciudadanos en los tiempos establecidos legalmente.
Es cierto que contar con energía eléctrica, aunque sea sólo en las noches y por horas durante el día, es también un avance, pero habiendo la posibilidad de mejorar el servicio combinando la forma de generar energía eléctrica, vale decir con paneles y el antiguo sistema, habremos dado pasos importantes con miras al desarrollo sostenible y que llegue a la mayoría o a todos. Mientras los privados nos toman la delantera en experiencias de energía renovable y limpia, nosotros nos quedamos esperando que el Estado reaccione y acelere este tipo de proyectos.