Piensas: Fin de la noche

Fernando Herman Moberg Tobies
http://riendasciegas.wordpress.com
hmoberg@hotmail.com
@FernandoMobergT

 

– Discúlpame.
– Ya las palabras no tienen valor, o si las tienen ya es muy tarde, las cosas que dijiste están en mi cabeza dando vueltas, dañándome.
– Pero a veces decimos cosas sin pensar, en serio discúlpame por favor, sabes que yo te amo.
– Eso es lo que me confunde, si realmente sientes amor o solo estás pasando el momento, a veces pienso que soy tu vacilón, tu calentador de autoestima, tu lo que sea menos tu pareja.
– ¡Por qué dices eso! Tú siempre piensas en lo que tú quieres creer y eso me molesta, te adelantas en sacar conclusiones y en más de una vez te equivocaste.
– O me las hiciste bien para no darme cuenta y usar esas oportunidades de excusas para hacerme sentir seguro.
– Exageras en verdad, te he demostrado en más de una vez que te llenas la cabeza por las puras, sabes que me gusta estar con mis amigos, cuando podemos venimos a tu casa y tomamos como la otra vez o nos bañamos en la piscina como en mi cumpleaños, ellos saben que estoy contigo, pero también hay veces que queremos estar entre nosotros.
– Eso a mí no me interesa, lo que haces o dejes de hacer te consta que la libertad que tienes queda a tu consciencia, yo ni tengo tiempo, a las justas los huecos que tengo es para verte, pero cada vez es más rara esta relación, tosca, no sé cómo describirla.
– Es que tú y tus celos me desesperan.
– Disculpa? Dirás tú y lo que haces.
– Esas son tus conclusiones, no la verdad.
– Pero la verdad que yo he visto es esa, más de una vez en tu propia cara pasándote de divertido.
– Pero eso ya fue, te he pedido disculpas, no lo he vuelto a hacer.
– Así? Y esa vez en tu fiesta de promoción, en mi viaje a Cusco, en la casa de Bruno, y mejor no saco la lista que me hace sentir…
– Vete pues, porque no me dejas, si tanto quieres irte, vete, nadie te agarra.
– Esa es parte de tu verdadera personalidad?
– Ya no te voy a decir nada, vete ya.
– No es necesario que me votes para irme, cuídate.
– Así dices que me amas?
– Disculpa? Repite tu pregunta.
– Así dices que me amas? Yo he dejado varias cosas por ti, tú te molestas y no puedes perdonarme.
– No es eso y lo sabes ¡Qué es lo que quieres de mí! Paciencia? ya he subido algunos kilos esperando y nunca llega. Amor? Lo manoseaste hasta el nivel de no reconocer lo que siento. Mira, yo creo que mientras uno no entienda lo que siente y lo valore al nivel de saber por qué vale y por qué uno lo quiere mantener en su vida, uno no podrá tener en claro qué es lo que quiere, y no podrá darle el valor que se merece.
– Yo he perdido todo por ti, he hecho todo lo que has querido, yo sé que la he fregado en más de una vez, pero no quiero que te vayas por favor.
– Pero tú mismo me estás botando, qué quieres que haga, que me quede sentado a que me sigas acuchilleando, yo estoy muy enamorado y no es justo, y si vemos eso de perder, si lo vemos de mi lado, la lista es muy larga y dramática.
– Tienes que entenderme por favor, perdóname, no quiero que te vayas.
– Sabes muy bien todo lo que he hecho y perdido por ti, lo sabes muy bien, yo nunca he dudado en ponerte como mi prioridad y eso me ha costado mucho, a pesar de lo difícil siempre he defendido tu nombre y tu honor, a pesar de terminar muchas veces siendo la burla de alguna reunión, te consta que has expuesto mi vida como una vitrina de vidrios transparentes, llevándome a la boca de cada lobo que no mide lo que piensa, convirtiendo mi nombre en una piedra que no puede moverse para defenderse. Crees que no te quiero? Hahahaha tú no sabes lo que dices, hasta Dios sabe que en más de una ocasión le he implorado arrastrándome respuestas, me has puesto en crisis, me has dividido, me has manipulado llevándome desde un beso a la inmovilidad, eso ya dudo que sea amor.
– Y yo qué?
– No hay comparación, no hay forma, y eso algún día lo podrás ver claro, cuando tengas la responsabilidades que yo tenía, cuando hayas avanzado comprenderás para quien las consecuencias fueron más severas.
– Siempre tú, siempre tú, yo también he tenido varios problemas, aun así siempre te he perdonado, está bien, a veces no puedo entender lo que siento, me loqueo pensando en tonterías o por los comentarios que me dejo llevar, pero de algo estoy muy seguro, que me gusta venir a verte, que necesito saber de ti para estar tranquilo, hay algo en tu sonrisa que me gusta, cuando no estás siempre recuerdo cómo te ríes y cómo me miras, no puedo estar diciéndote a cada rato lo que pienso, pero para mí eres una de las cosas o personas más importantes en mi vida.
– Necesitamos poner en orden y en frecuencia correcta lo que sentimos y queremos, yo me iré de viaje, tenemos que alejarnos, fácil solo nos hemos acostumbrado a llevar a nuestros cuerpos a placeres que luego nos deja medio vacíos, no sé, considero que mejor estaremos cada uno enfocado en sus sueños.
– Pero yo no quiero perderte, en serio.
– Pero ya está, ya lo hiciste.
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