Percepción de inseguridad disminuye en Iquitos

  • En marzo de este año, la percepción del índice de inseguridad ha variadoFoto seguridad

Los actores sociales públicos y privados corresponsales de la construcción de una cultura de paz y tranquilidad social, han puesto de manifiesto la importancia de la seguridad ciudadana. En la actualidad se presentan diferentes maneras de cometer delito generando formas de acción preventiva que hacen necesario la incorporación de dispositivos para la utilización de los recursos de manera eficiente de conformidad a los requerimientos del bienestar individual y colectivo.
Entre tanto, los factores de naturaleza social, económica, sicológica, ambientales, aunada al desarrollo urbano y crecimiento proporcional de los habitantes aumentan las posibilidades de acción de la delincuencia.
De igual forma, la Policía Nacional del Perú, como organismo de seguridad del Estado, juega un papel importante en varios aspectos para el control de la criminalidad a nivel nacional, considerando el impacto delictivo establecen fórmulas estandarizadas para mitigar las condiciones que explican el comportamiento criminal, sin embargo, son las acciones preventivas que va generando una sensación más clara de lo que en realidad se viene logrando.
Podríamos destacar que «toda estrategia exitosa responde de manera clara y precisa al problema que busca solucionar»; bajo esta perspectiva, el aseguramiento a través un diagnóstico correcto de la realidad, ya sea de los problemas como de los actores y recursos involucrados en materia criminal, permite identificar la importancia de las estrategias preventivas del delito y su vinculación con la participación de la comunidad.
En este sentido, el objetivo de este tema que nos toma la atención, tiene como finalidad promover que las estrategias de prevención que viene ejecutando nuestra Policía Nacional en Iquitos, parece ser que viene otorgando a la colectividad mayor seguridad; debido a que en los últimos días se ha abarcado tópicos como las estrategias preventivas para el control del auge y el control delictivo, que no hace más que valorizar la participación de la policía y de otros organismos como los operadores de justicia.
Claro está, que no estamos viviendo en el país de las maravillas, por supuesto, existen situaciones y condiciones negativas que asuma cuenta, muchas veces son parte de la rutina diaria de la propia población; en consecuencia, es allí, donde las autoridades deben complementar su accionar funcional.
Entre tanto, la población espera que los organismos tutelares de la seguridad y los propios operadores de justica, no se adormezcan en sus claustros y se continúe trabajando en otorgar mayor seguridad, para tranquilidad de nuestros conciudadanos, que por mucho tiempo, han sido testigos de varios hechos delictivos que tiñeron de sangre las calles no muy ordenadas de nuestra «Isla Bonita», cuyo tema es otro caso que merece atención.
(C. Ampuero)