“Para los seres humanos la filosofía se convierte en un fármaco y el filósofo en un curador del alma”

  • Habló el jefe de la parroquia Santo Cristo de Bagazán, Padre Walker Dávila.

La parroquia ha estado celebrando sus 84 años de existencia. Aún faltan dos fechas para cerrar el calendario festivo. Una será el 8 de octubre donde el Padre y los agentes familiares, tendrán un paseo campestre para unir lazos de confraternidad. Y la otra será el día 13 de octubre, un bingo y en ese marco habrá festival de comidas, danzas etc.
“Realizamos un trabajo en equipo para saber apreciarnos, respetarnos, para evitar situaciones como el chisme que a veces destruye la vida de las personas. Hay que ser fraternos entre todos, contamos con unas 70 personas muy comprometidas en el aspecto pastoral.
Lo que sí quiero agradecer es a los donantes, sin ellos no podríamos atender a los más humildes. Han surgido más donadores y eso es muy importante porque ven que lo que donan se entrega de manera directa (almuerzos) a los más necesitados. Yo les agradezco de corazón” dijo el padre Walker.
Padre, en la primera salida del Señor de los Milagros (1 de octubre), hubo pocos fieles ¿a qué se habrá debido?
-Siempre ocurre en el primer día. Pero en sí la fe está ahí, algunos no pueden ir por diversas circunstancias. El Señor de los Milagros está en todo el mundo, en donde hay un peruano, ahí se le venera al Señor de los Milagros. La misa final que será el 31 de octubre, se viene preparando para celebrarla en el Estadio, luego saldrá en su último recorrido para ingresar a la Iglesia, ese final es muy bonito.
Y, por otro lado, ¿qué balance hace de este año que prácticamente ya se va?
-Un año complicado. Siempre me planteo la idea de felicidad, porque la felicidad es un deseo natural del ser humano. Se pueden cambiar las palabras de la felicidad, como el estar bien, sentirse bien, eso es felicidad. Pienso que la felicidad es una cosa intermitente a partir de un logro bueno conseguido, eso está perfecto. Pero el ideal de felicidad es mucho más profundo, es una disposición interior entre momentos altos y bajos.
Las cosas son un complemento, como dice el apóstol San Pablo. Es vivir teniendo, pero vivir como si no se tuviera. Con humildad, sencillez. El otro día con los alumnos reflexionábamos sobre la filosofía del Epicureísmo. Epicuro proponía formas de vivir para evitar la perturbación de la mente, del corazón, del espíritu. Ellos proponían la Ataraxia, para vivir en máxima tranquilidad y paz.
Para los seres humanos, la filosofía se convierte en un fármaco y el filósofo en un curador del alma, pero bajo tres condicionamientos. Si el hombre quiere ser feliz tiene que intentar satisfacer sus necesidades primarias, naturales y necesarias. Siempre hay que atenderlas.
Nunca hay que atender las necesidades que no son naturales, ni necesarias, como la belleza, la riqueza y el poder. Hay gente que se endeuda por la belleza, que no tiene para comer, pero está pensando en ir a arreglarse el físico. El ideal de belleza tiene un precio.
Un día una persona me prestó un dinerito, le di pensando que era para sus víveres, para sus hijos, pero luego voy caminando por una zona y la veo sentada que le hacían las uñas de manos y pies. Eso me generó una desazón grande.
En cuanto al poder, éste te obnubila, te hace ciego. Te atienden más por una situación de poder, más que por dignidad humana. Él (Epicuro) señala que nunca hay que atender estas últimas porque están en el fundamento del estrés, la depresión, la dispersión, perturbación.
Puntualizó el padre entre otros pensamientos filosóficos interesantes.