En realidad, nunca debimos ponernos la camiseta del oro negro para la generación de recursos económicos para nuestra región. Si bien en un principio, hace más de 40 años, pensamos que era la solución a nuestros problemas económicos, nunca imaginamos las grandes amenazas que nos acechaban, que eran mucho más que oportunidades de un desarrollo armónico y sostenible en el tiempo.
Con estupor vemos a estas alturas del tiempo ya pasado que nos asaltó un desarrollo desordenado y destructivo en el tiempo. Así como un factor contaminante que perjudicó casi irreversiblemente varios escenarios de nuestras riquezas naturales, hoy sombríos, con residuos inocultables de grasas producto del crudo vertido en un sinnúmero de derrames de petróleo (solo Pluspetrol tuvo una lista de más de 60 zonas impactadas).
En estos lugares la vida animal y vegetal o se extinguió o quedó dañada, que solo Dios sabe hasta cuándo. Las otras vidas afectadas son de los pobladores indígenas que durante muchos años soportaron en silencio hasta que tomaron conciencia de sus derechos y se hizo la explosión social. Y otra figura que está a punto de estallar en todas las ciudades y pueblos mestizos de nuestra región Loreto, es por la falta de recursos económicos provenientes del canon petrolero.
Y cuando decimos que nos asaltó un desarrollo desordenado y destructivo en estas más de cuatro décadas, es porque nunca hubo un plan maestro de desarrollo regional que sea consensuado entre la conciencia política y ciudadana como una política regional de desarrollo a seguir, sea quien esté en el poder de gobernar. No hubo una línea a seguir sin color político, solo el del desarrollo de Loreto.
Es que a partir del canon petrolero los cargos públicos fueron vistos como un “botín” salvo honrosas excepciones que lamentablemente nuestro pueblo no supo elegir.
Cierto que ya no podemos seguir mirando atrás, sino, nuestra actual realidad, a punto de vaciarse la caja más fuerte que teníamos, la que nos generaba el canon petrolero. Y es que a la coyuntura internacional del precio bajo del barril de petróleo, se suma la baja de producción de petróleo en las estaciones de bombeo, se acaba el oro negro y no hay trabajos de exploración de momento. Pero, tenemos alternativa nos recuerda el reconocido economista y estudioso de la realidad socioeconómica loretana, Juan Lavado Abanto, es el turismo, el ORO VERDE que no trae consigo contaminación traumática, solo que tiene que estar bien reglamentada y todos someternos a las reglas de juego.
Sin embargo, mientras se arme un plan estratégico de desarrollo turístico rector para todas las entidades públicas y privadas, incluyendo la inversión internacional, no podemos renunciar a un derecho tácito que es la compensación por lo no recibido del concepto de canon petrolero, lo dice también la ley de Renta Ficta (escondida en los papeleos judiciales), porque fue judicializada para que se cumpla, pero, como no tenemos congresistas “loretanos” que defiendan nuestros intereses, se congeló en el trayecto. Los alcaldes de la región se han despertado y llaman a una protesta pública. Les sugerimos que también se coloquen frente a la sede del Ministerio de Economía y Finanzas, en Lima, portando carteles exigiendo lo que nos corresponde.
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Oro negro, oro VERDE
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