- El Punto Nacional de Contacto en Países Bajos concluyó que la petrolera incumplió estándares internacionales y afectó gravemente a comunidades indígenas.
El Punto Nacional de Contacto (PNC) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en Países Bajos determinó que la empresa Pluspetrol vulneró derechos humanos y es responsable por la contaminación ambiental en territorios indígenas de Loreto, durante sus operaciones en el Lote 1AB —hoy Lote 192— entre los años 2000 y 2015.
El documento oficial precisa que la compañía “no tomó medidas suficientes para prevenir los impactos ambientales negativos y, por lo tanto, tampoco abordó suficientemente los riesgos relacionados con la salud”. Además, cuestiona la firma de acuerdos con comunidades indígenas que incluyeron cláusulas desventajosas, contrarias a los estándares internacionales en materia de derechos humanos.
La resolución exhorta a Pluspetrol a remediar los daños ocasionados en territorios indígenas que acumulan más de cuatro décadas de explotación petrolera. Los impactos continúan afectando a pueblos quechua del río Pastaza, achuar del Corrientes y kichwa del Tigre, quienes han denunciado por años contaminación de agua, suelos y fuentes de alimentación.
Este pronunciamiento surge tras una queja presentada en 2020 por federaciones indígenas como FEDIQUEP, FECONACOR, OPIKAFPE y ACODECOSPAT, admitida por el PNC neerlandés en 2021. El caso marcó un precedente al ser la primera denuncia aceptada contra una “empresa buzón”, pues Pluspetrol registra su matriz en Países Bajos, aunque opera con capitales argentinos y conexiones en paraísos fiscales.
Durante el proceso, el PNC ofreció un espacio de diálogo y mediación, pero la empresa rechazó participar, desoyendo los principios de conducta empresarial responsable de la OCDE. Para Robinson Sandi, presidente de OPIKAFPE, el fallo es un avance: “Es favorable escuchar que la OCDE señale que el responsable de remediar nuestro territorio es Pluspetrol. Exigimos al menos minimizar la contaminación que seguimos sufriendo”.
Las federaciones han documentado derrames de crudo, vertimientos de aguas industriales y contaminación de cuerpos de agua que afectan directamente la salud, seguridad alimentaria y libre determinación de las comunidades. Según el Fondo de Promoción de Áreas Naturales Protegidas (Profonanpe), Pluspetrol dejó 3,249 sitios impactados en la zona del Lote 1AB. En 2021, las autoridades ambientales peruanas rechazaron de forma definitiva el Plan de Abandono de la empresa, que permaneció seis años con observaciones sin ser subsanadas.
En paralelo, líderes indígenas han iniciado esta semana una agenda de incidencia internacional en Ámsterdam y La Haya para reunirse con autoridades neerlandesas, buscando que Pluspetrol asuma finalmente la remediación integral. “Sabemos que la empresa ya no opera en el lote, pero la contaminación continúa en nuestra tierra y debe asumir su responsabilidad”, señaló Aurelio Piñola, presidente de FECONACOR.
Más allá de este caso, la declaración del PNC expone un problema estructural: la facilidad con la que empresas extractivas eluden responsabilidades fiscales y ambientales, operando con impunidad a través de entramados corporativos. Organizaciones acompañantes como Oxfam y SOMO advierten que se trata de una señal de alerta urgente para reforzar los marcos regulatorios internacionales frente a industrias que degradan ecosistemas amazónicos y vulneran derechos fundamentales.
(K. Rodriguez)





