Aunque estamos en el mes de octubre parece que se hubiera extendido el mes de setiembre por el altísimo porcentaje de jóvenes que tuvieron a bien presentarse voluntariamente para participar como empadronadores del CENSO 2017, y los adultos nos olvidamos del civismo y compromiso con nuestra patria y somos ahora los más críticos con lo malo que sucedió en esta jornada del domingo.
Acá no se trata de defender a nadie, sino, de analizar con los datos más cercanos posibles a la realidad. En el caso de Iquitos se realizó con un acatamiento casi al 100% por parte de la ciudadanía, en otras ciudades y pueblos grandes de la región se conoce que hubo también similar acatamiento. También se reportaron como lo dijimos falta de materiales que tuvieron que fotocopiar a última hora. La capacitación fue débil porque no se presentaron voluntarios a tiempo. Esto respecto a nuestro entorno más cercano.
Nuestra percepción a nivel de país es que a muy pocos les interesó en serio y de verdad la realización del Censo, y si no salimos de nuestras casas es principalmente porque se dio la prohibición, claro, también en un porcentaje porque queríamos colaborar. Pero, nos preguntamos por qué no primaron los voluntarios adultos, acaso no debimos dar el ejemplo a los menos jóvenes o muy jóvenes colaborando en este tipo de jornadas?. Y así decirles con el ejemplo que es una forma de mostrarle amor al país, que así también se juega por nuestra nación en la cancha de actividades trascendentales?. No señores, no estaba en nuestros temas prioritarios.
Lo que nos preocupa es que seguimos en la postura de sacar el dedo acusador cuando aparecen fallas. Dónde estuvimos y sobretodo las autoridades, los congresistas que no lanzaron el grito al cielo cuando convocaban a los voluntarios y nadie o casi nadie se interesaban en el tema. Con cuánto de presupuesto organizó esta cobertura nacional el INEI, con cuántos aliados contaron?. Era suficiente?. La entidad de estadística puede ser el soporte técnico, pero la logística requiere mayores respaldos de civiles y militares. ¿Esto se veía venir?
Cuando se planifica algo sabemos que existe un margen de errores, de riesgos y los imprevistos, etc. Lo ideal hubiera sido que los empadronadores se desplacen entre dos y hasta tres, justamente por el tema de riesgos; así como que las zonas peligrosas tendrían que haber tenido un tratamiento distinto. Tal vez si lo tuvieron. Lamentamos el caso de la violación y otras agresiones, lo que nos reafirma los peligros de nuestra sociedad que está enferma y la justicia tiene que sancionar a los culpables.
Así como después de los hechos nos ocupa el Censo y cuestionamos, estamos seguros que si así, nos hubiésemos ocupado antes de su realización y hubiéramos hecho todas las observaciones, dado sugerencias y sobre todo comprometiendo nuestro apoyo real, estaríamos en un escenario netamente constructivo. Se tendrá que ir subsanando errores.