- Pueblo indígena Urarinas de la provincia de Loreto suma varias muertes infantiles en los últimos años.
La comunidad indígena de Nueva Reforma de la cuenca de Patoyacu, ubicada en el distrito de Urarinas, provincia y región Loreto, volvió a vestirse de luto tras el fallecimiento de una niña de tan solo tres años que presentó síntomas de vómito, diarrea, fiebre y cólicos. Su muerte, ocurrida este fin de semana, se suma a la de un niño de dos años fallecido en febrero pasado, y forma parte de una dolorosa lista de diez menores fallecidos en los últimos años.
Autoridades comunales denunciaron el abandono constante por parte del Estado en todos sus niveles. «Cuando reclamamos, nos mandan una brigada por un día, luego se van y volvemos a quedar abandonados», señaló un dirigente local. A pesar de contar con un puesto de salud en una comunidad vecina a dos horas en peque-peque, indican que los técnicos no llegan por falta de combustible y medios de transporte.
La comunidad de Nueva Reforma, a pesar de estar ubicada dentro del área donde cruza el ducto T1, que transporta crudo desde Trompeteros hacia Saramuro, y albergar la batería 8 del lote Chambira, carece completamente de servicios básicos como agua potable, electricidad, salud, educación y presencia estatal. «No hay un sol de inversión ni del gobierno central, ni regional, ni provincial, mucho menos del distrito de Urarinas», denunciaron con indignación.
En paralelo, esta mañana, la Dirección de la Unidad Ejecutora de Salud de Nauta realizó una reunión con sus equipos técnicos para programar el reingreso de una brigada de salud hacia la zona de Patoyacu – Maypuco. La salida está prevista para mañana, miércoles 23 de abril, y el retorno para el miércoles 7 de mayo. El objetivo es reforzar la atención integral en las comunidades priorizadas, en un despliegue que busca ser oportuno y eficaz.
Sin embargo, para las comunidades de la cuenca de Patoyacu, estas acciones no son suficientes. Aseguran que su participación en múltiples mesas de diálogo, consultas previas por el Lote 8 y espacios de coordinación con ministerios y gobiernos locales, no han generado cambios reales. “Seguimos abandonados. Solo con la lucha de los pueblos indígenas logramos el fideicomiso indígena y más ingreso del canon petrolero, pero ni el alcalde nos reconoce”, afirmaron.
“Luego no entienden por qué el Urarinas reclama, por qué grita. Es por tanta indiferencia, por tantos muertos, por tanta corrupción”, concluyó un dirigente comunal, exigiendo acciones sostenidas y no solo intervenciones esporádicas que no responden a la gravedad de la situación que viven las comunidades de esta olvidada cuenca amazónica.
(K. Rodriguez)





