Este día a las 12 de la noche será la campanada que anuncia el nacimiento simbólico del Niño Jesús, enviado por Dios Padre a la tierra para enseñarnos como ser buenas personas y tener la salvación eterna, en la base de los Diez Mandamientos de la Ley Divina.
Lo curioso es que una vez que se marque la medianoche, de todo nos acordamos, haber, nos empezamos a saludar diciendo feliz navidad, pero es la natividad de quién, es el nacimiento de Jesús, es su cumpleaños lleno de mensajes cristianos.
Nosotros lo resumimos en la fiesta del amor y paz, por supuesto que tiene un gran sentido y aflora nuestra mejor versión para abrazarnos y compartir en esta fecha que todos los años nos llama a la reflexión sobre nuestras vidas y la reingeniería que podemos aplicar en diferentes aspectos de la existencia.
Hemos comercializado tanto esta fiesta que más estamos pensando en los regalos, en la comida, en las bebidas, en los juegos artificiales, etc., por eso qué les parece si nos hacemos el propósito de los que nos encontremos juntos hoy antes de las 12 de la noche, nos agarremos de las manos en círculo y oremos por nuestras vidas, para que mejoremos como personas, por nuestras familias para perdonarnos y seguir apoyándonos, por nuestros vecinos por si no nos llevamos bien o nos torcimos la boca en señal de rechazo volvamos a abrazarnos en nombre de la fe que es capaz de mover montañas, oremos por todos finalmente para que los países que sufren guerras armadas recobren la paz.
A las 12 de la noche va nacer una vez más la esperanza de tener un mundo mejor, pero para ello depende de nuestras acciones, no somos eternos, somos aves de paso en esta tierra y la promesa de Jesús que cumplamos con sus mandatos si queremos entrar a su reino y la vida eterna. Aunque sabemos que hay quienes tienen dudas o no creen en esta historia religiosa en su totalidad, rescatemos los mensajes que son precisos para una muy buena convivencia con nosotros mismos, en el hogar, la región, el país, y entre todos en el mundo. Los queremos ¡Feliz Navidad!