

En vida fue un ejemplo para una población de Nauta que la recibió junto a otras religiosas en la década de los 60, sus restos mortales fueron velados en medio de la tristeza por su partida física, pero con la fe de que ya goza del reino del Señor Jesús.
Ayer fue enterrada en el cementerio de la capital de la provincia de Loreto – Nauta, donde en medio oraciones por su alma se la dio el último adiós. Serán muchos los recuerdos sobre su obra misionera, de una nacida española que eligió que su morada eterna quede allá, en Nauta, donde vivió más de cincuenta años. Compartimos unas fotos de lo vivido ayer. Descanse en paz, Madre Ángeles Bernardo.





