Lo sucedido en la frontera con Santa Rosa de Loreto, y el hecho que un consejero regional de Loreto haya experimentando en carne propia el abuso de patrullas militares colombianas que retienen a naves fluviales peruanas en el lado de nuestro territorio para revisarlos y de manera hostil hacerles sentir como si no estuvieran en el lado del Perú.
Esta es otra de las crudas realidades que se vive en la frontera, en este caso del límite de nuestra región Loreto con Colombia, y que no es de ahora, viene desde hace de unos treinta años, y que a lo largo de ese tiempo lo han venido denunciando las autoridades comunales, sub prefectos, la población afectada, pero nadie ha puesto en prioridad esta forma de violencia hacia nuestros compatriotas principalmente de la provincia del Putumayo.
Los gobiernos nacionales de turno tampoco le han dado la importancia debida, ni a través de cancillería, es que como seguro son peruanos humildes que aguanten, pero si fueran peruanos de otro nivel económico, social y con influencias en las altas esferas del poder político, hace rato que ya hubieran implementado medidas para solucionar este abuso.
Y sucede en la zona conocida como El Encanto, río Caraparana, donde se señala que hay una base militar de la Marina colombiana. La denuncia es que estos militares ejercen control no sólo al lado colombiano sino también el lado peruano. Ninguna embarcación sea grande o pequeña puede pasar sin antes arrimar y ser revisados estrictamente por los militares. Es lo que denuncian desde hace muchos años que esto pasa en esa base que no tiene nada de encanto.
Si alguna embarcación peruana pasa por el lado que le corresponde y ellos ven que no arrimaron inmediatamente van desplegando personal militar motorizado y fuertemente armados obligan que la embarcación cruce el río y arrimen en la base para ser registrados y requisados.
Es tiempo que se hable directo sobre este tema desde el gobierno nacional y que las cancillerías de ambos países aclaren por qué sucede esto afectando a nuestros compatriotas, y sobre todo que se solucione. Exigimos una explicación.
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Nada de encanto
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