-Piden no condenar por defender los derechos de las comunidades indígenas
El Vicariato de San José del Amazonas al enterarse de la noticia que el padre Mario Bartolini, el dirigente indígena Vladimiro Tapayuri y el comunicador social Giovanni Acate, pertenecientes al Vicariato Apostólico de Yurimaguas, pueden ser condenados por el delito de instigación a la rebelión y sentenciados a 12 años de prisión, o ser expulsado el padre Mario del Perú, expresó su respaldo al monseñor José Luis Astigarraga Lizarralde, obispo – Vicariato Apostólico, a los implicados en este juicio y a toda la comunidad cristiana del Vicariato y les aseguramos nuestra oración y solidaridad pidiéndole a Dios Padre, a las diversas autoridades políticas y judiciales del país que se les haga justicia y no les condene por defender los derechos de las comunidades indígenas y ribereñas en la defensa de sus territorios y del cuidado del medio ambiente.
Indicaron que el padre Mario Bartolini ha trabajado por más de 35 años sirviendo con afecto y celo pastoral a las comunidades cristianas que se le han confiado en el vicariato de Yurimaguas, «Enfrentando con valentía las amenazas que sufrió del MRTA por denunciar su violencia injusta contra la población, las difamaciones difundidas en algunos medios de comunicación social por su defensa a los territorios y poblaciones ante las ilegales concesiones al grupo Romero, para el monocultivo de la palma aceitera».
«la acusación de instigación a la rebelión por haber participado a pedido de los pobladores en las marchas de protesta para evitar violencia en la toma de la carretera Yurimaguas – Tarapoto y por haber denunciado la injusta muerte de policías e indígenas en el lamentable deceso de Bagua. De la misma manera el dirigente Vladimiro Tapayuri y el director de radio Oriente, Giovanni Acate, han cumplido un rol de defensa a los derechos de las comunidades y de información veraz de los hechos acaecidos el 05 de junio del 2009».
Asimismo, no pierden la esperanza que estos salgan absueltos en este juicio, «Confiamos en su inocencia y su compromiso por la justicia y le agradecemos su testimonio porque arriesgan su vida y su honor por actuar con valentía en aquello que consideran justo para nuestras comunidades de la selva, que no son consultadas en los proyectos de desarrollo económico y social. En nuestro Vicariato, que es una zona de fronteras, también vivimos problemas similares y su testimonio nos anima a ser fieles a la misión que el Señor y la iglesia nos han confiado. Por tanto les expresamos nuestra comunión eclesial y espiritual en estos días de tensa espera», precisó. (MIP)
