El tema de la transparencia en la administración pública tendría que ir más allá del hecho de informar cuánto de presupuesto existe y en qué proyectos se va gastando, debido a que se genera enorme expectativa en la ciudadanía durante las campañas electorales.
La idea de sincerar parte desde esa etapa, a fin de que la población tome conciencia y acompañe en el proceso de las gestiones en el sentido de lo que se puede hacer y lo que no, y en dónde se pueden tocar puertas para conseguir mayor presupuesto, o en qué ir priorizando las inversiones para un real desarrollo.
Todo esto nos llevó a pensar, tras las declaraciones del doctor César Ramal Asayag, luego de renunciar irrevocablemente a su cargo de director en el hospital regional de Loreto, diciendo que se retira contento porque logró abastecer al nosocomio, por ejemplo, de medicamentos e insumos a precios favorables. Y nosotros remarcamos que no se abastecieron con precios inflados.
También señaló que la falta de presupuesto genera mucha presión, “uno quisiera hacer muchas cosas, pero no se puede, por eso decidí mejor seguir con nuestro trabajo que son las investigaciones científicas”, es lo que dijo, y le creemos por supuesto, siga doctor con su otra misión como profesional en medicina humana.
Se evidencia así, que en las entidades públicas no hay presupuesto para todo lo que prometen las autoridades, como que no lo hay, por ejemplo, para todas las solicitudes de levantamiento de rasantes en las zonas habitacionales que se construyeron en áreas inundables. Pero, en campaña los políticos prometen lo contrario.
Esto también nos lleva a reflexionar sobre el casi nulo conocimiento que tenemos los ciudadanos respecto a los montos que tienen las entidades públicas y para qué están destinados. Lo que nos lleva también a pensar que seguimos despilfarrando, maquillando nuestra pobreza y condenándonos a un futuro sin solidez.
Tendríamos que priorizar y equilibrar al mismo tiempo. De qué nos sirven enormes infraestructuras si no vamos a contar con el recurso humano que lo sostenga. Colegios “modernos” sin dinero para su optimo mantenimiento y cuidados, así como con escolares desnutridos y con anemia, de qué nos sirven nuevas infraestructuras de salud sin los necesarios médicos e insumos, cuando se podrían repotenciar los locales que se tienen y así con un considerable presupuesto enfocarse en el desarrollo del capital humano, que es la base real para una sociedad próspera.
Lo Último
Muchas cosas
Date:





