- Cuando no hay familiares que retiren a los cadáveres, estos se pudren.
Fueron las voces recogidas de algunos trabajadores molestos con esa situación que se viene dando desde hace años. La morgue del hospital regional, tiene el mismo tiempo que el nosocomio, unos 27 años de existencia.
“Esta morgue debería tener sus cámaras frigoríficas habilitadas, con una mesa de observaciones y estar a cargo de un patólogo. Pero no se da todo esto. Además, los camilleros de servicios generales trabajan sin equipos de protección, con la misma ropa y zapatos que llegan desde sus casas, trasladan los cadáveres.
Algunos cadáveres permanecen más de 24 horas y éstos lógicamente se descomponen ya que las cámaras no funcionan. Si el cadáver no tiene familiares se putrefacta y se descompone. Esto es un riesgo por la cercanía que tiene a otras áreas. Es un riesgo de salud para los camilleros y los servicios adyacentes.
Muy pocos cadáveres son los que se quedan y permanecen ahí, probablemente por eso la gestión actual no se preocupa en darle la reparación y modernidad necesaria. Los cadáveres después pasan a la morgue central. Nosotros somos un hospital de nivel III, un hospital referencial, por lo tanto, todos los servicios deberían ser aptos para dar una buena atención, pero no es así. Creemos que ha llegado la hora que haya un cambio en la gestión del nosocomio” hablaron.