Si bien existen muchas fechas conmemorativas durante el año, hoy se conmemora el Día Internacional de las Montañas, y nos parece poco común, pero tiene una importancia enorme, porque para empezar está relacionado con los glaciares que es desde donde nacen los ríos y si estos no son conservados, todos estamos en riesgo, porque lo que está pasando actualmente es que se vienen derritiendo de forma rápida.
Entonces han visto conveniente que este año 2025 en el Día Internacional de las Montañas, es una oportunidad para poner de relieve la importancia de la conservación de los glaciares para la agricultura, la seguridad hídrica y los medios de vida de las comunidades vulnerables de las montañas que tienen glaciares.
Los glaciares con enormes reservas de hielo y nieve que se encuentran por todo el planeta, son mucho más que paisajes helados: son fuente de vida para los ecosistemas y las comunidades. Sin embargo, estos componentes fundamentales de los sistemas de la Tierra están sufriendo transformaciones rápidas y alarmantes con profundas consecuencias para todos nosotros.
Es por eso que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, a fin de sensibilizar sobre la función fundamental que desempeñan los glaciares, la nieve y el hielo en el sistema climático y el ciclo del agua, y que está estrechamente vinculado con las montañas.
Su objetivo es promover la colaboración mundial, fortalecer la investigación científica e impulsar políticas y medidas que protejan los glaciares que contienen alrededor del 70% del agua dulce de todo el mundo. Su derretimiento acelerado significa una crisis ambiental y humanitaria, que amenaza la seguridad hídrica y la vida de miles de millones de personas.
El retroceso glaciar, provocado por el aumento de las temperaturas globales, es un claro indicador de la crisis climática. Se necesitan medidas inmediatas para proteger las montañas y los glaciares de los efectos del cambio climático. Por lo tanto, ahora más que nunca, sigue siendo fundamental reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para estabilizar el clima y conservar los glaciares.





