Era el momento más esperado por la ciudadanía que haya votado o no por Pedro Castillo Terrones, ahora Presidente de la República del Perú y de todos los peruanos (as), que al cumplir los 200 años de su nacimiento tiene muchas lecciones aprendidas, pero hemos fallado en no volverlas a repetir y generar mecanismos que ayuden a desparecer las acciones negativas.
Hay mucho qué decir del Mensaje a la Nación dada ayer por el Mandatario. Lo que nos queda en general es un mensaje esperanzador que busca equidad social y que a través del cual ha clarificado la política de su gestión respecto a la economía y el impulso a las industrias grandes y pequeñas, con el respectivo valor agregado, etc.
Lo que el país necesita es seguir con una economía ordenada y ha asegurado que la propiedad está garantizada por la misma Constitución Política del Perú. “Nosotros buscamos que se acabe con los abusos”, dijo en una parte de su mensaje en alusión al elevadísimo costo de las medicinas a inicios de la pandemia con un Estado incapaz de regular estas y otras actitudes abusivas, hasta delictivas.
“Que las grandes empresa no estafen” y que “el Estado cumpla con su función defensora”. En tal sentido anunció que el Banco de la Nación debe salir a dar un servicio bancario completo, con tasas razonables y sin caer en la usura. Lo que sería parte de un conjunto de medidas para dinamizar la economía local y regional.
Enfatizó en su mensaje que “si un proyecto no tiene rentabilidad social, simplemente no vale”. Por lo que otra forma de reactivar la economía dijo que será incentivando la producción agraria, y una forma será vendiendo sus productos al servicio de alimentación escolar, donde anunció que garantizarán la alimentación para todos los niveles: inicial, primaria y secundaria.
Esto digamos es parte de una política de gestión que debe ir canalizándose y viendo cómo es que se va llegar a cumplir, incluyendo los anuncios referidos a pagos como lo anunciado para el magisterio, habló de 1,000 millones de soles para pagar la deuda de este sector de profesionales. También como los 3 mil millones de soles para reactivar el agro rural. Y otro aspecto que de igual forma nos parece un reto, es la creación de 1 millón de empleos dentro de un programa público de generación de puestos de trabajo.
Así dicho pareciera que el camino está libre, pero no es así, ayer mismo en Lima hubo una manifestación en contra del Presidente que con una banderola hacían un llamado a la “insurgencia”, en una clara muestra de buscar desestabilización a la gestión Castillo.
Era un minúsculo grupo frente a los más de 10 millones de habitantes en la capital, pero no se debe subestimar, y más bien fortalecer la participación ciudadana frente a cambios que podrían llevarnos a un importante equilibrio como sociedad y a muchos éxitos como peruanos (as).