-En Loreto, San Martín, Huánuco y Ucayali, Cordillera Azul cumple doce años de establecido.
La población asentada en la zona de amortiguamiento o zona alrededor del Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ), celebra hoy, un día de renovación de compromisos en favor de la conservación de la riqueza biológica de la humanidad, junto a los guarda parques de esta área natural protegida ubicada en territorio de cuatro departamentos amazónicos del Perú y considerada como la tercera más grande del país.
El Parque Nacional Cordillera Azul que se ubica en la última cadena montañosa de los andes orientales, divide la selva alta con la llanura amazónica, generando por su ubicación la naciente de numerosas quebradas que al descender hacia las cuencas del Ucayali y el Huallaga, aportan cerca del 2% del agua para el río Amazonas, generando a su paso agua limpia y en cantidad para las poblaciones asentadas en las partes bajas.
Del mismo modo, los bosques intactos de Cordillera Azul, almacenan en su interior una gran cantidad de carbono entre los árboles, el mismo que al evitar su emisión al espacio, contribuye a mitigar el cambio climático que actualmente viene afectando no sólo al Perú, sino también a distintos países del mundo.
Hoy día, Cordillera Azul cumple un aniversario de conservación de sus recursos, basado en un modelo de gestión participativa, donde los guarda parques se articulan con la población local y los técnicos de campo del Centro de Conservación, Investigación y Manejo de Áreas Naturales – CIMA Cordillera Azul, para garantizar que se siga manteniendo la diversidad biológica y cultural como muestra de la riqueza del Perú.
Las labores de protección y vigilancia que se realizan en Cordillera Azul se ejecutan desde 21 puntos de control ubicados estratégicamente en los lugares de mayor presión hacia el área, donde 45 guarda parques oficiales con apoyo de guarda parques comunales custodian la riqueza biológica del Perú y sensibilizan a la población local de la importancia de la mantener en pie los bosques primarios, ya que éstos no sólo aportan oxígeno limpio al espacio, sino que también albergan numerosas especies de flora y fauna que cuando salen hacia las comunidades vecinas, garantizan la seguridad alimentaria de las poblaciones.
En esta fecha, la población de los 90 centros poblados priorizados para los trabajos de la gestión (entre caseríos y comunidades nativas), han establecido distintas formas de celebración como izamiento del pabellón nacional, desfiles alegóricos, campeonato deportivo e incluso ceremonias de oficio religioso que buscan renovar la responsabilidad de los diversos actores que participan en la gestión de esta importante área natural protegida. (WGN)