Tan solo cubrir un 5% y en nuestra región Loreto no habrá un indocumentado, salvo los que vayan naciendo y todavía se requiere unos días trámites, se podrá decir que tenemos a todos nuestros habitantes desde bebés, niños, adolescentes y los demás, todos con su Documento de Identidad Nacional.
Esta cifra fue alcanzada por el Registro Nacional de Identidad, región Loreto, lo que refleja el gran avance dado en esta gestión de que cada peruano de esta parte de la Amazonía peruana, esté registrado y que esto le permita acceder a todos los beneficios que el Estado por ser su obligación otorga.
Ha valido los esfuerzos realizados para desplazarse hacia los lugares más lejanos de los distritos de Loreto para que el porcentaje de indocumentados sea mínimo. Considerando la dificultad de llegar se ha avanzado bastante, pero aún seguimos siendo la región con más indocumentados del país.
Para revertir estos resultados las municipalidades juegan un rol muy importante y es asumir la responsabilidad de lograr que en sus jurisdicciones disminuyan los indocumentados y de esta forma muchas más personas tengan acceso a los programas sociales diversos que existen desde las políticas actuales del Estado.
Si bien determinadas municipalidades distritales han realizado el esfuerzo de coordinar con el Reniec y lograr la inscripción y emisión de los respectivos DNIs, se reportó que la entidad interesada no recogía los documentos para luego entregar a los habitantes de sus jurisdicciones, lo que revela que no representaba una prioridad.
Y eso que para motivar a los actuales responsables de las municipalidades, las campañas para lograr que más personas tengan el documento de identidad, están en una de las metas del plan de incentivos municipales planteadas por el Ministerio de Economía, y ni por ello se mueven más para tener los logros que además les significará bonos económicos para que puedan emplear en sus gestiones a favor de los vecinos.
Tendría el Estado que generar mecanismos para que en temas fundamentales del desarrollo humano, social y económico en el país, las entidades elegidas por el pueblo dejen de actuar a su libre albedrío en desmedro de la población que se para equivocando al elegir y tenemos que esperar que pase el periodo para intentar no volver a equivocarnos. No puede ser. En esto falla el sistema democrático. Tiene que darse algún mecanismo de presión para aspectos básicos del desarrollo humano y por tanto para el desarrollo social de nuestros pueblos.