Madre da a luz en la vía púbica

  • No aguantó más y fuente se reventó en la plaza de San PedroFoto mujer

Las campanas de la iglesia San Pedro en Bellavista Nanay sonaban como anunciando la llegada de un niño a este mundo. Coincidencia o no, Cleopatra Ochoa Rojas (37), alumbró su cuarto hijo, esta vez en plena vía pública, no le dio tiempo de llegar al Hospital Regional de Loreto y dio a luz en la calle.
Fue Juanito Ishuiza Pinedo (39), conviviente de la mujer, quien contó que tuvo que pasar un montón de peripecias para llegar a la ciudad acompañando a su mujer para que dé a luz a su prole, pero el tiempo le jugó una mala pasada.
Desde el centro poblado «Centro Arenal» tuvo que tomar un motocarro hasta «Barrio Florido», luego de ahí tuvo que tomar otra movilidad, esta vez una embarcación fluvial que le llevaría con destino al puerto de Bellavista Nanay y de allí hasta el Hospital Regional.
Los dolores de la madre eran más fuertes a medida que pasaba el tiempo, la desesperación del padre al ver que ningún peque peque se acercaba, hacía más larga la angustia. Fue así que de lejos notó un rápido que navegaba por las aguas del río Nanay y sin pensarlo dos veces, le hizo señales para que se acerque al puerto y les  recoja ya  que necesitaban apoyo con urgencia.
Tras 15 minutos de recorrido desde Barrio Florido, hasta el puerto de Bellavista Nanay, el niño estaba por nacer. Don Juanito le decía a su mujer que aguante un poquito más que ya están llegando.
Al llegar al puerto y cuando se aprestaban para tomar un motocarro para ir con dirección al Hospital Regional, Cleopatra no pudo más y dio a luz a un robusto bebé en las escaleras que da a la plaza de San Pedro. Las personas que estaban por el lugar socorrieron a la mujer y la trasladaron hasta la posta de Bellavista Nanay en donde fue atendida por los médicos y obstetras que estaban en el lugar. Este hecho ocurrió ayer cerca de las 5 de la madrugada. El niño no presentó complicación alguna al igual que la madre y solo están a la espera que el médico le dé su alta para que regresen a su centro poblado para tomar la ishpa.
(C. Ampuero)