“Los cristianos debemos volver la mirada a Dios, que es un ser misericordioso”

  • El Señor puede sacar lo mejor de cada uno para ponerlo al servicio de la sociedad.

Expresiones el Monseñor Miguel Ángel Cadenas Cardo, en la Misa Solemne por el Día Central de San Juan Bautista.
Un mensaje lleno de esperanza. Fue dado ayer por el Obispo de Iquitos, frente a un mundo que parece ir irrefrenable en su desarrollo, muchas veces sin mirar a los costados, donde por lo general está la gente que sobrevive porque Dios es grande.
“Fíjense cómo inicia el profeta Isaías la lectura. No se está refiriendo a lo que se habla de la Isla Bonita, porque Iquitos no es una isla, lo representantes del poder lo dicen, y así lo que hacen es fragmentar la Amazonía, por lo tanto, dañar la biodiversidad.
Pero no es esto lo que nos dice Isaías, de lo que él habla en torno a una isla, es que cada vez hay más gente que se siente sola, aislada. Y eso también se debe a nosotros. Nuestra sociedad, ciudades cada vez donde hay más gente que se siente sola y aislada.
Nos sentimos solos porque hay muchas condiciones que no están a favor nuestro. Hace tiempo el INEI sacó unos datos de pobreza económica, indicando que Loreto no creció adecuadamente, sino todo lo contrario. Esos datos trataron de retenerlos todo lo que podían, ahora que parece que hemos crecido en economía, rápido lo han publicado.
Pero el problema de fondo no lo están atacando. No hay agua potable, ni saneamiento básico, ni energía eléctrica, ni Internet adecuado. Los datos de educación son deplorables, igual en salud.
Por eso hay personas que se sienten incapaces, que no saben cómo salir adelante. Por eso muchos se sienten solos, aislados. Isaías que viene de una sociedad parecida nos dice dos cosas que nos deben animar a continuar por la vida. Situaciones que son especiales para nosotros en estos momentos.
Primero; Ahora habla el señor, el que me formó desde el seno materno. Dice que cada uno de nosotros hemos sido pensados por Dios desde el seno materno, por lo tanto, somos importantes y no estamos solos, Dios nos está acompañando, aunque de repente podamos estar abandonados por las instituciones. Pero no estamos solos, Dios está con nosotros.
Dios, dice algo fundamental: “Te voy a convertir en luz para las naciones”. Él habla para los que se sienten solos, Dios nos ha pensado desde el momento de la concepción y segundo, dice que nosotros somos luz para las naciones. Entonces no es tiempo de desanimarnos, es tiempo de poner luz en medio de las circunstancias que nos toca vivir.
Son tiempos complicados, duros, pero repito, los Mayordomos y otras personas, son generosos con su vida para ponerla al servicio de la sociedad, son luz en medio de esta sociedad. Dice Isaías para toda la comunidad cristiana que en un mundo donde hay mucha desesperanza, teniendo en cuenta la presencia de Dios en medio de nosotros, pongamos fortaleza y esperanza porque Dios nos acompaña.
¿No les parece importante que hayamos sido pensados por Dios desde el momento en que hemos estado en el seno materno, como dice el profeta Isaías? ¿No les parece que eso nos da fuerzas como personas, como cristianos, para poner luz en medio de esta ciudad? Lo que realiza esta parroquia, que estamos celebrando a nuestro patrono, es una luz para todos, ustedes se organizan en distintas comisiones. La gente que dona su vida al servicio de la comunidad.
No hay muchas esperanzas en el mundo que vivimos, la situación política y económica es muy delicada, lamentable, y no solo en el Perú, sino en otros países. Los cristianos debemos volver nuestra mirada a Dios, que es un ser misericordioso para que saque lo mejor de cada uno de nosotros y lo pongamos al servicio de la sociedad.
A veces en días de fiesta hay personas que sienten más la soledad y el aislamiento. Hay que llevar una palabra de consuelo a los más vulnerables, a los niños, a los enfermos, las niñas, los adolescentes, a los ancianos; para ellos también debemos ser luz en esta ciudad.
Estar al servicio público para todos, sin distinciones de ningún tipo. Un feliz día de San Juan Bautista para todos ustedes” concluyó el Monseñor y de seguro que sus palabras de aliento han quedado selladas para siempre en la memoria de más de uno de los asistentes ayer a la misa solemne.

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