Loreto: Minería ilegal prolifera en los 1,600 kilómetros de la frontera del Putumayo

En un trayecto de sólo 2 km para apoyar el traslado de una comitiva que iba a inaugurar un Juzgado de Paz en Flor de Agosto (Putumayo), las Fuerzas Armadas intervinieron una enorme y sofisticada draga que operaba infraganti.
Acciones contra minería ilegal y narcotráfico demandan elevadísimos presupuestos en el Putumayo, por ser una provincia carente de conexión vial.
Con maquinarias cada vez más grandes y sofisticadas, la minería ilegal de oro prolifera de forma alarmante en el departamento de Loreto.
El último 25 de agosto, en un hecho atípico, este grave problema se reveló con total impudicia en la provincia fronteriza del Putumayo. Lo que parecía una vivienda flotante, donde incluso había niños, resultó ser una draga aurífera de enormes dimensiones en plena actividad extractiva.
Ante el delito infraganti, la Marina de Guerra ejecutó un operativo inesperado, suspendiendo en ese momento el apoyo que brindaba a una comitiva del Poder Judicial, que navegaba hacia el centro poblado Flor de Agosto; donde se iba a inaugurar un Juzgado de Paz.
La situación se tornó muy tensa, cuando guardacostas y oficiales de la Capitanía redujeron a los pasajeros de la embarcación delictiva. Ello, por ser conocida la capacidad defensiva de estos grupos criminales, mediante armamento de avanzada y hasta explosivos.
Se conoció, además, que el presidente de la Corte Superior de Justicia de Loreto lideraba la comisión encargada de la acción social en Flor de Agosto, siendo testigo presencial de la arriesgada intervención de las Fuerzas Armadas.
Como esta draga, con un motor de alta potencia y gran tamaño, que fue hallada a sólo un radio de 2 kilómetros, de los 1,600 que tiene la frontera del Putumayo (tan extensa como la mitad del litoral peruano); existen cientos más en esta proyección.
Al mismo tiempo, se evidenció cuán estratégico es el modus operandi de la minería ilegal, que camufla las dragas mediante su acondicionamiento tipo vivienda flotante, y el uso de menores para crear la falsa apariencia; lo que muestra la sofisticación de su accionar delictivo.
Usualmente, estas dragas, al verse descubiertas, navegan a lugares donde hay un anexo, que es el río, pero con dirección a territorio Colombiano, a fin de obtener la protección de organizaciones criminales de dicha zona. 
Cabe precisar que, a los intervenidos se les incautaron oro, dinero y drogas, cuyo volumen es materia de trabajo del Ministerio Público y Policía; instituciones ante las cuales fueron puestos a disposición, para las diligencias de Ley.