- En Loreto más del 40% de hogares no tiene acceso a agua potable por red pública y sólo el 10% recibe el servicio las 24 horas.
- Una situación que evidentemente afecta la salud y calidad de vida.
Loreto enfrenta una preocupante realidad: es uno de los departamentos con mayores deficiencias en acceso al agua potable, según ha identificado la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES). A pesar de su ubicación geográfica, el 42% de los hogares no tiene conexión a una red pública de agua, y solo 1 de cada 10 recibe el servicio durante las 24 horas del día (por debajo del promedio nacional). Estos datos, recogidos por la última Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), muestra una brecha alarmante que afecta directamente la calidad de vida de miles de familias loretanas y exige una respuesta urgente.
“Asegurar el acceso al agua debe ser prioridad para la región. Todavía hay familias que viven con dificultades diarias para contar con un suministro adecuado y continuo, una situación que afecta directamente su salud, bienestar y calidad de vida. Garantizar este servicio no es solo una necesidad básica, sino un derecho fundamental que debe ocupar un lugar central en la agenda pública.
Es clave que los esfuerzos y recursos se enfoquen en proyectos concretos y sostenibles que respondan con urgencia a esta problemática, permitiendo que cada vez más loretanos accedan al servicio”, sostuvo César García, economista de REDES.
En este contexto, actividades cotidianas como la higiene o la preparación de alimentos se convierten en un desafío diario en distintos centros poblados, donde niños, adultos y adultos mayores deben recurrir al agua de los ríos, a pesar de no tener certeza sobre su calidad. El riesgo para la salud se agrava especialmente en las zonas ribereñas, donde el agua suele estar más expuesta a la contaminación.
Incluso, a pesar de estar rodeados de ríos, más de 300 mil loretanos se ven obligados a desplazarse para comprar recipientes con agua potable y almacenarla en sus hogares. Esta situación, además de generar pérdidas de tiempo y dinero, contribuye a la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades como la malaria y el dengue, las cuales han cobrado la vida de al menos diez personas en la región en lo que va del año.
Cuando el agua no llega: el desafío de la gestión hídrica en Loreto.
La administración de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Agua Potable y Alcantarillado de Loreto (SEDALORETO- OTASS) continúa representando un serio obstáculo para la provisión de servicios básicos en la región. En su más reciente informe de seguimiento de inversiones, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) le otorgó la calificación más baja posible (0), catalogando como una empresa “no ordenada” y “no eficaz”.
Al revisar la ejecución presupuestal del 2024, se observa que SEDALORETO-OTASS solo ha invertido alrededor del 4% del total asignado, el porcentaje más bajo entre todas las empresas del sector con más de 40 mil conexiones domiciliarias. Asimismo, de los 21 proyectos de inversión que tiene en cartera, apenas ha ejecutado dos.
Entre las obras próximas a iniciarse figuran el mejoramiento del servicio de agua potable en el distrito de Juan Bautista y la instalación de tuberías en el distrito de Punchana, ambos en la provincia de Maynas. La inversión total prevista para estos dos proyectos supera los S/2.7 millones.
“Para cerrar las brechas en el acceso al agua y mejorar la calidad del servicio, es necesario invertir tanto en la ampliación de la cobertura como en la mejora continua del sistema. Es crucial destinar recursos a infraestructura clave –como sistemas de captación, reservorios y represas– que permitan almacenar el recurso hídrico de manera segura y garantizar su distribución constante y eficiente”, sostuvo el especialista.
García agregó que, sin una planificación integral y sin inversiones estratégicas en redes de abastecimiento, miles de hogares seguirán en situación de vulnerabilidad, con consecuencias negativas para la salud pública, la educación y el desarrollo socioeconómico. “Es imprescindible priorizar soluciones estructurales y sostenibles que optimicen la gestión del agua, al mismo tiempo que aseguren su disponibilidad y acceso equitativo para toda la población”, concluyó.





