- Ayer en el simulacro ya no había sonrisas, más bien rostros preocupados.
- En hospital Iquitos la actividad preventiva se desarrolló de manera ordenada.
- Hubo choferes imprudentes que se metieron en contra de la vía y hasta un tractor gigantesco que retrasaba la acción.
“31 de mayo de 1970: el día en que la tierra peruana tembló como nunca. Ayer se cumplieron 49 años del sismo de magnitud 7,9 que sacudió el país. La ciudad de Yungay, en el departamento de Áncash, desapareció del mapa nacional en solo unos minutos, tras un apocalíptico aluvión.
Fueron 7.9 grados de magnitud los que remecieron el Callejón de Huaylas, esa triste tarde del 31 de mayo de 1970. Había terminado el partido de apertura del mundial México 70 en el estadio Azteca, entre el local y la Unión Soviética, cuando la tierra tembló fuertemente en todo el departamento de Áncash y remeció también la costa y sierra del centro y norte del Perú. Luego se supo que unas 33 mil personas habían muerto en esa tragedia”, puntualiza la historia peruana respecto a la inconmensurable tragedia de Yungay.
En Loreto por décadas las personas pensaron que estarían absolutamente seguras y exentas de ese tipo de eventos, porque es selva baja y no se registran terrenos sísmicos. Debido a ellos antes los simulacros eran casi una “formalidad”, no una responsabilidad el acatarlos. En los colegios los escolares, casi en un 99%, se reían de los simulacros.
La realidad parece haber cambiado desde el último domingo 26 de mayo 2019, cuando un larguísimo temblor movió toda la región Loreto y muchas partes más del Perú. Desde ahí la conciencia respecto a los sismos en Loreto, se incrustó en la mente de todos. La selva ya no es el territorio exento de sismos y, es más, de terremotos. Por ello quizá, ayer 31 de mayo a las 10 de la mañana, hubo acatamiento responsable del simulacro programado a nivel nacional.
HOSPITAL APOYO IQUITOS.
Cinco minutos antes se pudo observar el desarrollo de la medida preventiva entre las calles Libertad con Grau. Varios motocarros aceleraban más de la cuenta con tal de pasar los semáforos o a las dos policías de tránsito encargadas de detener el tráfico vehicular. Unos incluso se metieron en contra por la cuadra de la calle Libertad, donde está ubicada la entrada de emergencia del hospital. Dos ambulancias hicieron lo mismo y un colectivo que de manera abusiva se metió en contra, entró a la calle Grau sin ni siquiera respetar la vida de las policías que ya habían detenido el tráfico porque eran las 10 am.
Una de ellas expresó al finalizar el simulacro que no pudo ponerle una multa porque justamente estaba deteniendo al resto de vehículos. Pero que sí apuntó la placa del mencionado colectivo. Los que sí lo detuvieron, fueron obreros y gente que pasaba por esa calle. Varios obreros de la obra del nuevo hospital salieron a guarecerse en una zona despejada. También escolares de la institución educativa María Parado de Bellido.
Lo imperdonable, fue ver cómo un inmenso tractor se desplazaba por la calle en esos instantes y dio la vuelta en U entre Libertad con Grau, exponiendo la vida de otras personas que iban detrás en moto y que no sabían qué iba a retroceder para volver al mismo carril de la Grau ¿Por qué esos vehículos pesados no van por otro lado? ¿Cuántas grietas habrá dejado en la ruta?
10.00 am muchas personas empezaron a salir del hospital Iquitos, trabajadores y usuarios, heridos de verdad y simulados. Todos se ubicaron en la pista, otros bajo un árbol. Personal capacitado sacaba a “heridos” en sillas de ruedas y camillas. Hubo un paciente muy real (trabajador de seguridad en la obra del Puente Nanay) que temblaba por una fiebre muy alta, al parecer estaba con malaria. Sería atendido de inmediato.
La dirección del simulacro estuvo a cargo del Dr. Carlos Calampa, quien ahora está como jefe de Emergencia y UCI. El director del Nosocomio, Hernández, pasó el simulacro en el local denominado “gorelito”.
“Ustedes se han dado cuenta cómo salía y retornado la gente, como si saldría de un estadio. Una gran cantidad de personas que estaban en consultorios externos, en farmacia, triaje y hospitalización. Las personas han colaborado masivamente y eso es satisfactorio, se espera que así suceda en caso haya otro movimiento telúrico”, declaró el doctor Calampa.
De otro lado, dio a conocer que en el día del verdadero sismo las personas que estuvieron en cirugía, salieron en un 80%. Dos no pudieron por dificultades al movilizar las camas. De UCI lógicamente no salió nadie. “Por eso es necesario estos entrenamientos para corregir errores, quiero agradecer la participación de todos”, concluyó.