¿Qué espera la ciudadanía de su Poder Judicial? Que sus miembros sean personas honorables, de un límpido accionar en sus labores, de una transparencia total de su vida. Los juzgadores deben ser personas en quienes uno pueda confiar, en todo sentido.
Claro que nada es perfecto, pero bien vale la intención y el apego a lo correcto. Lo que hemos visto en días pasados en una de las páginas de este diario, sobre las sanciones impuestas por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la República, confirmando la destitución de 10 jueces de paz y auxiliares jurisdiccionales, nos dice que estamos en el camino de la lucha contra la corrupción que existe en el seno del Poder Judicial.
Lo menos que puede esperar el ciudadano es que la institución encargada de juzgar y sancionar actos delictivos tenga a corruptos como sus miembros. La decisión del máximo tribunal de justicia de nuestro país se ha propuesto limpiar el aparato judicial y lo está haciendo con éxito.
Desempeñar una función como parte del Poder Judicial, conlleva una gran responsabilidad en el funcionario que debe presentarse como una persona de respeto por su intachable conducta tanto en lo personal como en lo funcional. Cuando todos los que laboran haciendo justicia mantengan una figura honorable, se habrá salvado distancias con la corrupción y será garantía de moralidad y solvencia de imparcialidad, que no se podrá comprar ni vender. En eso hay que seguir trabajando.
En nuestra condición de diario judicial del distrito de Loreto, aplaudimos lo actuado, lo que nos permite anunciar a la población que la justicia se está limpiando de aquellos que haciendo mal uso de sus facultades como magistrados o como secretarios, mancharon su honra.