- Especies amazónicas fueron reinsertadas a su hábitat natural tras un proceso de recuperación y cuarentena.


Seis tortugas motelo y dos añujes, especies emblemáticas de la Amazonía peruana, fueron liberados en su hábitat natural tras haber sido incautados a traficantes de fauna silvestre. La actividad se realizó en inmediaciones del Lodge Pacaya Samiria, en la provincia de Loreto, cerca de la Reserva Nacional Pacaya Samiria.
Previo a su liberación, los animales pasaron por un periodo de cuarentena, durante el cual fueron sometidos a análisis de sangre y orina con el fin de descartar enfermedades que pudieran poner en riesgo a otros ejemplares. Una vez confirmada su buena salud, fueron trasladados hasta la zona de conservación para su reinserción en el ecosistema amazónico.
Las escenas de la liberación reflejaron el instinto de los animales al retornar a la naturaleza: las tortugas comenzaron a alimentarse de las hojas disponibles, mientras que uno de los añujes corrió veloz hacia la espesura de la selva, perdiéndose rápidamente de vista.
En la jornada participaron representantes del Lodge Pacaya Samiria, la Gerencia Regional de Desarrollo Forestal y de Fauna Silvestre (GERFOR) de Loreto, la ONG Centro de Rescate Amazónico (CREA – Iquitos), la empresa Ajeper y la organización internacional Green Cross, quienes destacaron la importancia del trabajo conjunto en la lucha contra el tráfico de fauna.
El representante de GERFOR, Jean Raborg, subrayó que estas especies cumplen un rol vital en el ecosistema amazónico. Explicó que los añujes y motelos ayudan a la dispersión de semillas y contribuyen a la regeneración del bosque, mientras que las tortugas colaboran con la limpieza natural al alimentarse de vegetales y organismos diversos.
Raborg recordó que tanto las tortugas motelo como los añujes figuran entre las especies más demandadas en el mercado ilegal, ya sea como mascotas, por su carne o, en el caso de las tortugas, también por sus huevos. Señaló que esta presión de caza afecta gravemente a sus poblaciones silvestres.
Finalmente, el funcionario advirtió que quienes compran, almacenan o consumen estos animales incurren en un delito sancionado por la ley. “Son parte de la selva y no deben ser tratados como mascotas ni productos de consumo”, enfatizó, al tiempo de exhortar a la población a denunciar casos de tráfico ilegal de fauna en la Amazonía.
(K. Rodriguez)





