POR. JUAN SOREGUI VARGAS & JOHN A. SOREGUI NOVOA.
Todo parece indicar que el círculo para una buena productividad de la acuicultura, especialmente del cultivo de peces en cautividad, se va cerrando poco a poco. Desde hace una década ya contamos con una buena tecnología para establecer infraestructura adecuada para la piscicultura, ya se ha seleccionado, técnicamente, los peces que tienen mejores condiciones para el desarrollo de esta actividad, tanto a nivel de seguridad alimentaria como para la comercialización y, en estos últimos años, podemos aseverar que tenemos cien por ciento seguro la disponibilidad de semilla o larvas y alevinos para la siembra de las miles de hectáreas de estanques que se encuentran en funcionamiento en la región Loreto. Las dificultades, en estas etapas, se han ido superando, gracias al trabajo mancomunado de los piscicultores (con sus observaciones en la práctica) y la sistematización y los trabajos experimentales que han realizado los científicos y técnicos de nuestras universidades y tecnológicos y, particularmente por los investigadores del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, en su programa AQUAREC.
Sin embargo, como afirmamos en otra nota periodística, aún falta mucha trocha por abrir y recorrer para hacer que los productos de la piscicultura lleguen en forma masiva a los mercados internacionales y dar a los mismos un alto valor agregado que beneficie a gran parte de la población loretana.
Existen muchos factores que se deben ir desbloqueando en los próximos años, pero, principalmente es la falta de una infraestructura para conservación del producto y la transformación del mismo en forma competitiva y completar la cadena productiva de manera adecuada , mediante una estrategia de trabajo propuesta hace tiempo por diferentes instituciones , como la que hizo la empresa loretana Amazon Business & Consulting ( ABC) y, por supuesto, la decisión política de los gobernantes que deben dejar de lado los intereses de grupo y mirar sin egoísmos la consolidación de esta actividad y apoyar los buenos proyectos.
Pero, el análisis de estos factores es otro tema de conversación y de reflexión. Lo que queremos enfatizar en esta nota, es que a raíz del avance que va teniendo esta actividad en cuanto a la producción y con algunos buenos ejemplos de comercialización en el mercado local, han aparecido empresarios visionarios para aportar y consolidar la piscicultura amazónica, y algunos con capital propio han establecido fábricas de alimento artificial para abastecer a los piscicultores de la carretera Iquitos-Nauta, de la zona de Yurimaguas y otras donde los pobladores han apostado por realizar este cultivo en forma integral con actividades agropecuarias y, otros, combinados con espacios de diversión y esparcimiento.
La gran mayoría de piscicultores, ha entendido, a golpe de experiencias frustradas y capacitaciones permanentes, que para tener una buena productividad es necesario tener un buen manejo de las condiciones del agua, de la densidad de siembra, de la fertilización y, especialmente del alimento que se proporcione en forma adecuada y racional. En 1978, cuando trabajábamos en el criadero de Quistococha de la Dirección Regional de Pesquería de Iquitos, comprendimos que este factor era importante. Con el asesoramiento de dos biólogos brasileros, uno de ellos el doctor Amaury Becerra, y el doctor Castagnoli, empezamos un programa de preparación de alimento artificial denominado pellet, casi todo en forma artesanal, con insumos que se encontraban en la zona, a excepción, por supuesto, de la harina de pescado. Recuerdo a Marcelino, a Ángel, a Mauricio, a Rómulo, moliendo y secando la sangre de res, recogida del camal, luego haciendo la mezcla en una paila, para luego secar el producto en tablas de triplay al sol. La experiencia era buena, mejoramos el crecimiento, pero nos dimos cuenta que cuando los peces no consumían todo lo que se aportaba en las tres sesiones de alimentación diaria y, entonces, el pellet caía al fondo porque su peso específico era mayor que el del agua y tendía a sumergirse rápidamente. Esto ocasionaba pérdidas económicas y de horas hombre, que no lo sentíamos porque era con plata del Estado, pero, que tampoco podíamos recomendarlo cien por ciento a los que se iniciaban en esta actividad.
Durante muchos años nos olvidamos del asunto, entramos en sueño, y, por esas cosas del destino, regresamos hace cinco años a nuestras actividades de promoción de la piscicultura en Loreto, en forma independiente y, nos dimos con la agradable sorpresa que un investigador del programa AQUAREC del IIAP, quien había realizado su doctorado en una universidad de Estados Unidos de Norteamérica, en nutrición de peces, nos había superado, ya que estaba diseñando y elaborando, con técnicos del programa, un alimento llamado extruido, que tenía la propiedad física de permanecer en la superficie del agua durante buen tiempo, de tal manera que los peces lo consumían todo. El doctor Fred Chú, loretano egresado de la UNAP, se constituía en un profesional en el grupo de excepción (muchos van a becas y maestrías y no ponen en práctica lo estudiado), que ponía en la práxis con los recursos que teníamos lo aprendido en universidades de países desarrollados. Indagando más en el asunto, percibimos que el alimento y el manejo conexo de otros factores hacía posible tener buenos reproductores de gamitana, paco, doncella, boquichico y hasta paiche y, es más que todo era un sistema integrado de investigación, ya que la Doctora Rosa Ismiño Orbe, loretana de pura cepa, tenía un programa de producción de alimento vivo (fito y zooplancton) en cautividad y que era proporcionado a los alevinos y larvas reproducidas de manera inducida. Todos estos manejos y tecnología de alimentos han sido transferidos a los piscicultores de Loreto y de otros sitios, con buenos resultados en la productividad, como lo ha demostrado el complejo del consorcio agustiniano que administra Ernesto Lozano Iglesias, quienes con el asesoramiento del IIAP, han obtenido dos cosechas anuales de peces que alcanzaron un peso promedio de 900 gr.
Pero, la transferencia de esta tecnología de preparación de alimento ha ido más lejos y, ha encontrado eco en los verdaderos empresarios (muchos de los que reciben reintegro son solo comerciantes) como es el caso del señor Lincoln Cornejo Venancio, que desde el año próximo pasado se encuentra instalando una moderna planta de alimento balanceado y extruido (próxima a inaugurar) con asesoramiento de investigadores loretanos, con recursos propios, generando trabajo en los pobladores de los alrededores de Quistococha y de Iquitos ( y que generará muchos más en las otras fase de producción) y, que producirá toneladas de pellets para ser ofertados a precios cómodos a los piscicultores de nuestra Amazonía.
La planta de fabricación de alimento para peces del señor Cornejo, ubicada en el km . 5 de la carretera Iquitos-Nauta, es de construcción moderna, con los ambientes totalmente asépticos para el almacenaje de los insumos, para la producción del alimento, para el control de calidad, para el despacho del producto, considerando niveles para el crecimiento, para el engorde, etc y, con excelentes condiciones sanitarias. Y, es más con el objetivo de trabajar en forma coordinada con los entes de investigación y reconociendo el trabajo de los investigadores loretanos, ha solicitado la opinión o consulta de investigadores del programa AQUAREC- DEL IIAP, quienes, al parecer, le han dado el visto bueno positivo a este proyecto. Un gran ejemplo que es necesario que los empresarios o comerciantes de Iquitos imiten. Es necesario que los empresarios loretanos y, sugerimos al señor Lincoln Cornejo, también, se aboquen a fabricar el alimento vivo que mencionamos en otros artículos y recalcamos en párrafos anteriores, como factor fundamental en el crecimiento de los peces, Existe la tecnología validada en el programa AQUAREC, donde estamos seguros se les facilitará información adecuada para sus proyectos de desarrollo sustentable. Por otro parte, existe de muy buena fuente que, en esta nueva etapa moderna y científica, la UCP, cuyo rector es el doctor Juan Saldaña Rojas, sus profesionales y directivos estarán abocados a la investigación aplicada de éste y otros temas de los bionegocios, para contribuir con el desarrollo sostenible de la Amazonía Peruana.
Si existe una competencia sana en la comercialización, estoy seguro que ésta y otras fábricas que ya se encuentran instaladas en la región, contribuirán en forma cómoda con los productores independientes y con aquellos ligados a los créditos que otorga el GOREL y, de esta manera se promoverá o incentivará el establecimiento de este tipo de fábricas y de otras ligadas a la acuicultura, como lo sostienen los directivos de la empresa ABC , como lo afirmamos los ciudadanos comunes y corrientes.