-Escritor e investigador de la Amazonía
– Refiere que cuando bases americanas instaladas en Colombia empiecen a «arrinconar» a las Farc y campesinos dedicados a la siembra de la coca, muchos se replegarán hacia el Perú.
– Asegura que militarizar la lucha contra el narcotráfico sólo trae más muerte. Militarización ha resultado un fracaso en países como México y Afganistán con la Amapola-Heroína.
Así lo reseñó el investigador de la Amazonía, Róger Rumrrill, quien el último fin de semana estuvo en Iquitos tomando la temperatura al desarrollo político social.
«He podido leer lo que han venido publicando de la zona del Putumayo-El Estrecho, y puedo agregar que lo que puede pasar más adelante en esa frontera que siempre ha sido caliente, es que puede llegar a arder si el gobierno o las autoridades no toman medidas importantes en cuanto a su desarrollo integral.
Para hablar en un contexto más amplio, la política antidrogas es un fracaso absoluto a nivel mundial, el caso de México es un ejemplo. El régimen de Felipe Calderón Hinojosa empezó en el 2006 con la militarización para la lucha antidrogas, desplazando a 60 mil soldados en todo el país, 3 años después hay más de 29 mil muertos. La metodología o estrategia de militarización no funciona en esa lucha.
Igual con la actuación de EE.UU en Afganistán cuando intervino en el 2001 bajo el paraguas jurídico de la OTAN. Tuvo 03 objetivos: capturar a Bin Laden, expulsar de Afganistán a los Talibanes y controlar la producción de Amapola, la base de heroína. A 10 años han logrado matar a Bin Laden, pero los otros 2 objetivos no han sido cumplidos. Los Talibanes controlan las ¾ partes del país pese a que se ha incrementado a 30 mil la tropa militar.
Y también se ha incrementado la heroína. En el 2001 en que ocuparon la zona había unas 500 hectáreas de Amapola, ahora según el último informe de Naciones Unidas hay 100 mil hectáreas y son los productores mayores a nivel mundial de Amapola-Opio-Heroína. El enviado especial del presidente Barack Hussein Obama a Afganistán, Richard Hollbrook, ha señalado que la guerra antidrogas allá ha sido un fracaso. Lo ha señalado también la Canciller Hillary Clinton, refiriéndose a México. Mas EE.UU prosigue con esa lógica militarista de combatir el narcotráfico vía las armas, con esa lógica EEUU ha intervenido en Colombia con 7 bases militares norteamericanas», detalló Rumrrill.
¿Bases que harían retroceder a las Farc o campesinos dedicados a la siembra de coca hacia Perú?
-La razón fundamental de esas bases -según discurso oficial- es que se trata de controlar el narcotráfico y a las Farc, así como ayudar a la gobernabilidad de ese país que es un socio estratégico de EEUU. Detrás de eso está el propósito de mantenerse desde un país aliado y así obtener información y el poder suficiente como para controlar los recursos fundamentales de la economía del Siglo XXI, como en agua, energía, biodiversidad, tierras, en la cuenca amazónica.
Y a partir de Colombia monitorear a Venezuela, Bolivia, Ecuador, etc. Las fuerzas militares norteamericanas están ahí con ese propósito, ya que no existe más la Base Militar de Edwards en Panamá, ni la de Manta en Ecuador, entonces Colombia se convierte en el epicentro del monitoreo de los intereses norteamericanos. EEUU es una potencia en declinación y ellos se resisten a esa realidad, los preocupa en demasía. Por ello se vuelven muy agresivos, se resisten a la crisis y se vuelven más duros, más intervencionistas. EEUU tiene necesidad de controlar el modelo económico extractivista, mantener el alto nivel de vida en base a la extracción, por tanto esos recursos son vitales.
Cuando las tropas empiecen a operar van a hacerlo en áreas donde está centrado el narcotráfico y las áreas de mayor extensión y producción de coca en los 33 departamentos que tiene Colombia. De todos ellos 23 tienen coca y las áreas donde está la mayor producción, son áreas amazónicas como el Putumayo. En el Putumayo está el Bloque 48 y el 24 que son dos frentes muy fuertes a las Farc, como «Puerto Leguízamo» y el «Alto Putumayo». Las operaciones van a intensificarse y las Farc que están en el eje del Putumayo van a empezar, como lo han hecho en los últimos años, a replegarse para el Perú.
Ese repliegue no sólo será de las Farc, también será el repliegue de los campesinos cocaleros como ahora está ocurriendo con el objetivo de erradicar sus cultivos. A lo largo de 1,500 Km. de frontera con Colombia que está francamente desguarnecida, cuando empiecen las operaciones del ejército con el sostén y apoyo tecnológico de militares americanos, la presión será muy fuerte y quizá las Farc del bloque 48 y 24 van a empezar a replegarse mucho más y el lugar natural será el territorio peruano- colombiano… El Putumayo.
A los cocaleros los están sitiando, los están empujando, en general no hay políticas alternativas en Colombia, hay una fumigación de los cocales. Hay que imaginarse entonces qué ocurrirá cuando esa presión empiece a ser más fuerte militarmente hablando en la zona estratégica del Putumayo. Habrá infiltraciones y migraciones hasta masivas, en esas circunstancias va a ser muy difícil controlar. Las FFAA en Perú tienen apenas una base de la Marina, del Ejército y la Dirandro, que en términos de seguridad, de eficacia, no es suficiente. Hay áreas que están sin control militar y será una puerta de entrada para esas infiltraciones, todo eso anuncia un calentamiento en la frontera que podría llegar a arder.
¿Qué hacer frente al abandono histórico del Estado hacia las fronteras?
-Debido a ese abandono los jóvenes son reclutados por los narcos como «raspachines» para cosechar la coca. Hay evidencias que a muchos los reclutan para incorporarse a las Farc, ese es otro factor, otro riesgo. Las acciones del Estado peruano son débiles en ese tema. Hablé con un funcionario de Inade, que hoy es «Inada», quienes son los encargados de realizar actividades de desarrollo en la zona de frontera a través del Proyecto Binacional, pero no avanzan, no hay nada. Si queremos hablar de seguridad fronteriza no podemos tener una concepción colonial de la seguridad, pensando como se ha pensado hasta ahora en la idea que con poner guarniciones militares se arreglará el problema.
El concepto moderno de seguridad es el desarrollo, si no hay desarrollo no hay seguridad. Junto al desarrollo económico social, la seguridad militar. Sólo ubicar lo militar es insuficiente, no hay ningún desarrollo. Lo que debe hacer el próximo gobierno es crear condiciones de desarrollo integral en la zona de frontera, mucho más en la del Putumayo que siempre ha sido caliente, para que no llegue a arder en determinado momento.