LA EXPOSICIÓN DEL DOCTOR RODRÍGUEZ SOBRE EL DENGUE Y LOS BENEFICIOS COLATERALES DEL PETRÓLEO.

POR: JUAN SOREGUI VARGAS.

 

En días próximos pasados estuvimos escuchando la didáctica exposición sobre el dengue   del Doctor Rodríguez, Director Regional de Salud de Loreto. Muy buena la clase que nos dio a todos los habitantes de Iquitos, cuyas recomendaciones esperamos que la mayoría lo aplique para prevenir o sanar esta terrible enfermedad. Solo podemos observar que no hizo mención a lo que consideramos desde hace tiempo un criadero de zancudos: las docenas de depósitos vacíos de cemento que están dejando los constructores del famoso alcantarillado y las pozas que se han formado en numerosas calles debido a que no se han cerrado adecuadamente las perforaciones hechas, quedando como piscinas con aguas detenidas. La primera autoridad de la administración de  salud de Loreto, ha explicado que el vector de la enfermedad solo se reproduce en aguas limpias dentro de la casa, lo cual contradice una información de hace días en que un morador de la calle Ricardo Palma ha subrayado, según él,  con datos de un análisis de agua que en esos depósitos almacenados se encuentran estos animalitos. De todas modos, como  nunca se sabe cómo y cuándo estos insectos portadores de la muerte cambian de hábito reproductivo y mutan para sobrevivir, sugerimos a los de salud fumigar o abatizar estos depósitos que nos están dejando por  herencia los referidos constructores.

La exposición del Doctor Rodríguez nos ha ilustrado de muy buena manera, para prevenir, y especialmente para conocer que el insecticida que se usa en las fumigaciones, tiene un nombre científico difícil de aprender de manera oral, menos de entender por escrito, se combina con  petróleo para qué el efecto sea de mayor efectividad.

Sucede que el petróleo que tanto odian los ambientalistas se mezcla con el insecticida para darle mayor poder de duración y de estar, por su peso específico, supongo, en el aire del ambiente sin desvanecerse rápido.

Esperamos que exista una buena supervisión a la hora de mezclar este insecticida con el petróleo, no vaya a ser que por ganar alguito le echen menos petróleo y no haga el efecto que el doctor Rodríguez nos ha aseverado. Los ciudadanos asistidos tienen que ayudar no solo abriendo las puertas de sus casas, sino verificando con el olfato el olor del petróleo. Es fácil de distinguir si tiene petróleo o a lo mejor agua. De esta manera estaremos apoyando esta labor de prevención de la Dirección Regional de Salud de Loreto. Imaginen, estimados lectores, de no tener petróleo, ¿con qué hubiésemos combinado al insecticida? Un beneficio colateral más de los numerosos que nos da este producto fósil que la naturaleza nos regala y de la ciencia y de la tecnología al servicio del ser humano y que de manera muy pedagógica nos explicó el indicado profesional de la salud. Como ya existe una especie de paranoia sobre esta enfermedad, es indispensable que se aclare bien el asunto de lo que algunos  consideran como criaderos de estos zancudos, los depósitos dejados por los constructores en casi todas nuestras calles, o en todo caso fumigar o abatizar.