Realmente es muy difícil administrar justicia en un medio donde los involucrados en ello, muchas veces cometen inconductas funcionales que traen abajo todos los esfuerzos realizados para mantener en alto el prestigio de esta institución y en un lugar destacable a quienes tienen la responsabilidad de ser juzgadores.
Para el magistrado Carlos del Piélago Cárdenas, jefe de la ODECMA, a pesar que se ha emprendido una tenaz lucha contra la corrupción, la población tiene un concepto contrario, porque los resultados de ese trabajo no se ven en el momento, sino que lleva un tiempo para que los resultados sean evidentes.
Peor es cuando voces interesadas que salen a los medios a pintar una imagen negativa de lo que es el Poder Judicial con asquerosos comentarios salidos de mentalidades retorcidas que no tienen reparo alguno en manchar el buen nombre de las personas. De eso se lleva la gente, que sin analizar de donde proviene el comentario o la aseveración, cree. Son, claro está voces interesadas de aquellos que con un dedo quieren ocultar el sol.
La labor de este organismo interno del Poder Judicial es sumamente difícil e incomprendida porque tiene que lidiar con casos en que la amistad queda de lado para dar paso a lo principal, que es mantener el orden institucional, cuando hay que sancionar a funcionarios o magistrados que no han cumplido de acuerdo a ley con sus deberes.
Entonces, como expresa Del Piélago, tiene que haber gente que se siente incómoda por la labor de la ODECMA. Y seguirá así, mientras haya resoluciones injustas y se sigan ocultando casos de narcotráfico con otro tipo de asuntos, mientras sigan desapareciendo pruebas de algún proceso.
Nada agradable es enfrentarse a la realidad que se vive en casa, cuando alguien tiene que poner el pare a situaciones que no deben ir más.