En la reciente presentación de un libro amazónico, lo denominamos así por tratarse de una escritora loretana, aunque su contenido pueda reflejar la realidad de muchas sociedades latinoamericanas, principalmente de la juventud hispanohablantes, se hizo mención al gusto por la lectura de libros.
Se trata de una urgencia para nuestra realidad regional, puesto que figuramos como una de las regiones con graves problemas en comprensión lectora entre nuestros estudiantes del nivel secundario, desde la zona urbana hasta la zona rural e indígena.
Es el placer por la lectura que nos falta incluir en nuestras actividades diarias, hacer de ello una costumbre no solamente para los escolares, sino para todas las edades, existen libros que pueden interesar a distintos públicos, pero somos los adultos los llamados a motivar a retomar esta sana costumbre que hasta puede convertirse en una forma de recrearse, descansar y relajarse.
Esta sana costumbre nos traerá otros beneficios como el ampliar nuestros conocimientos, mejorar la escritura, ejercitarnos en la concentración, agudizar nuestra capacidad de análisis, etc. Por lo que docentes y todos los adultos en general tenemos la obligación moral de incentivar la costumbre de la lectura en los estudiantes de los diferentes niveles de estudio.
La estadística de cuántos leen es muy bajo en nuestra región, y ni que se diga que es por falta de recursos o de oportunidades en vista que en los colegios cuentan con bibliotecas de libros en físico, y en computadores y celulares se puede descargar obras literarias para leerlas, siendo una alternativa en lo que respecta a biblioteca virtual la de la comuna de Maynas, sin costo alguno. Estamos frente a un claro tema de tomar la decisión, nada más.
Lo que es importante rescatar últimamente, es el interés por la escritura literaria de adolescentes, jóvenes y adultos, cuyos productos en venta son una forma de llamar a la lectura, y que sea la curiosidad por saber de qué nos hablan los literatos regionales el gancho para retomar o para que le hallemos el gusto a la lectura.