- Atesora valioso recuerdo tras el anuncio del fallecimiento del Obispo de Roma.


El joven loretano Renzo Roberto Adolfo Villacorta Ríos recordó con profunda emoción la carta que recibió en 2017 de parte del Papa Francisco, como respuesta a una misiva y obsequio que él le había enviado un año antes.
Según relató, fue en el año 2016, durante su participación en la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, Polonia, que decidió escribir una carta y entregarle una escultura en palisangre al Santo Padre para expresarle su admiración y pedirle que rece por la Amazonía.
Un año después, recibió en su domicilio una respuesta del Pontífice, quien le compartió que su carta y obsequio hicieron un largo recorrido hasta llegar a sus manos. En la misma misiva, el Papa Francisco le anunciaba su próxima visita al Perú, lamentando no poder llegar a Iquitos, pero asegurando que se sentiría “charapa” al pisar la selva, tal como lo hizo en su momento el Papa Juan Pablo II.
“La carta llegó en un sobre, recuerdo que ese día tenía clases en la universidad. Esperé a toda mi familia para que la podamos leer juntos y fue muy bonito leer sus palabras. Esa carta la conservo y es un recuerdo valioso para mí”, expresó Renzo Villacorta.
Tras el anuncio del fallecimiento del Papa Francisco, Renzo Villacorta calificó aquella carta como un tesoro invaluable que fortalece su fe en Dios. Asimismo, pidió orar para que el legado del Sumo Pontífice perdure por su valioso aporte a la transformación de la Iglesia Católica.
A través de su cuenta de Facebook, el joven loretano compartió un emotivo mensaje en memoria del Papa, en el que expresó “La fe hace posible lo imposible, recordar tu ministerio es ver el abrazo de un padre, la sonrisa de un amigo y la esperanza de tiempos mejores. (…) Las Jornadas Mundiales de la Juventud cambiaron mi vida y cada una me llevó un paso más cerca de ti: Polonia, Perú, Panamá y Portugal son el fiel testimonio de ser peregrino en la esperanza”.
Asimismo, agregó “Llevo en el corazón tu ministerio, tu cercanía con todos y el amor por nuestra naturaleza. (…) Gracias, Panchito, cumpliste tu misión y lo hiciste hasta el último segundo. Esta historia siempre será contada con el corazón. Hasta siempre, querido amigo Francisco”. (K. Rodriguez)





