“Islandia es más inundable que Santa Rosa y tienen sus nichos”

  • Dice la Teniente Gobernadora del centro poblado fronterizo, Otilia Curitima.

Siendo que en Santa Rosa-Perú, recién van 7 personas fallecidas y enterradas en una especie de loma.
Y siguen siendo peruanos hasta el más allá. Sin embargo, años pasados los muertos de ese centro poblado eran llevados hasta el cementerio de “Tabatinga” (Brasil) donde les tienen un espacio reservado a los peruanos, que al morir terminan siendo “brashicos”, como dicen por el lugar.
El diario La Región, estuvo en la zona fronteriza y la curiosidad por saber si la población ya contaba con un espacio debidamente trazado para cementerio donde los familiares de los muertos asistan a rendir homenaje o elevar una oración en su nombre; apareció de pronto.
Por lo que se le consultó a la teniente gobernadora, recibiendo como información algo difícilmente de creer. Hasta que lo comprobamos con nuestros propios ojos. Que varias personas de Santa Rosa, al morir eran enterradas en las huertas de sus casas.
Otilia Curitima, tiene 8 meses en el cargo. Ella ha sido designada por la subprefectura de la provincia “Mariscal Ramón Castilla”. Viene a ser como la prefecta en su jurisdicción. Una fuente fidedigna de lo que narramos ya que en su propia huerta están sepultadas 5 personas.
“En la huerta de mi casa tengo a 5 muertitos” precisa. Y le seguimos preguntando que cómo así se permite ello. ¿Por lo que es zona inundable?
“Los entierros están a unos 25 metros de mi casa, en la huerta. Ahí tengo a 5 muertitos. A mi abuela, mi madrastra, mi hermano y dos personas extrañas. La municipalidad recién dio una parte de terreno en una pequeña loma que está como yendo al Banco de la Nación.
Lo de los entierros en las huertas fue por pandemia covid ya que no dejaban cruzar al cementerio del frente (Tabatinga-Brasil), puesto que la mayor cantidad de gente cuando muere se les entierra al frente. No en Colombia (Leticia) salvo que tengas un poco de dinero. Hay una parte en el cementerio de Brasil que dan a los peruanos, a menos costo.
Por eso es que los enterramos en la huerta, pero últimamente ya estamos llevando a nuestros muertitos a la loma de Santa Rosa, ya hay 7 ahí. Estamos en una zona inundable, no tenemos cementerio, nos gustaría que fueran nichos. Por ejemplo, Islandia es más inundable que acá y tienen nichos, hace poco han inaugurado sus nichos flotantes” contó Otilia.
En efecto yendo por una calle de la cual nadie tenía el registro de su nombre, vemos a lo lejos a una familia trabajando la tierra. No eran panteoneros. Más allá, en una fila seguida están las 7 personas enterradas.
Un joven de nombre Jheyson, murió a causa de un tumor en la cabeza, resultó siendo el barón del “panteón” por haber sido el primero en “inaugurar” la loma sepulcral. Al caminar entre las tumbas para no pisar y ofender a los difuntos, nos persignamos y pensamos que con la muerte todo espacio debe valer para descansar eternamente. (Luz Marina Herrera Lama).