Intrascendencias e intereses

Los ciudadanos votantes, aquellos que por presión, exigencia y obligatoriedad van a sufragar el día de las elecciones nacionales  y/o regionales y municipales, están avisados. Los congresistas de la República están para legislar intrascendencias  y protección a sus intereses personales y partidarios.
La primera de esas, donde se refleja el blindaje a sus apetitos personales y de élite, está en la norma que prohíbe la reelección de los presidentes regionales y alcaldes. Tuvieron mucho esmero al hacer este dispositivo legal, cuidando de no incluir, bajo ningún punto de vista ni circunstancia, la no reelección de congresistas.
Jamás, eso no iba, así les apuntaban con un fusil. Nadie va contra sus intereses y eso es lo que cuidan, sus jugosos sueldos y gollerías. Cuidan la influencia que ejercen sobre instituciones y funcionarios a los  que con un tarjetazo o una llamada telefónica  los presionan para conseguir un puesto o un pago para sus protegidos.
La segunda es la más escandalosa pérdida de tiempo para sacar una ley, donde los presidentes regionales pasan a ser gobernadores regionales, como si ese cambio de denominación de estas autoridades le trajera un ápice de progreso al pueblo. Es una vergüenza que toda una representación nacional se preste a este tipo de cosas que no le hace bien al país, sino que lo muestra como una nación trivial que no saben qué hacer con el poder en sus manos.
Si queremos hacer una reingeniería del manejo de la función pública, deberíamos comenzar por quienes hacen las leyes, que eso, sería ejemplo para quienes aspiren en el futuro a la representación de una región.
La ciudadanía exige que a cambio de un buen sueldo, los legisladores trabajen en favor de las grandes mayorías, haciendo gestiones encaminadas a solucionar sus más urgentes necesidades, porque legislando, no creemos que lo estén haciendo de la mejor manera.